Esclavos de Franco: 42 presos políticos de la Vega del Guadalquivir sometidos a trabajos forzosos en el Canal de los Presos

En el Día de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Golpe de militar y la Dictadura en Andalucía

De los 331 presos políticos de los municipios de la Vega Media del Guadalquivir, 90 (el 27,2%) fueron obligados a trabajar como esclavos de Franco: 42 en el Canal de los Presos, 1 en el Canal del Viar, 30 en diversas localidades de Cádiz en los Batallones de Trabajadores allí establecidos, y 14 fuera de Andalucía. Fueron explotados para “redimir pena”, de acuerdo con el Sistema de Redención de Penas por el Trabajo, aunque a 21 de ellos hubiesen sido absueltos en Consejo de Guerra y a 8 sus causas fueron sobreseídas, aplicándoles a ambos grupos penas accesorias por si había habido algún error en el juicio o por considerarlos peligrosos, si volvían a sus pueblos, tal como escribió un juez “por estimar como un peligro para la Sociedad su libertad”. Este sistema, justificado religiosamente por el jesuita José Agustín Pérez del Pulgar y organizado por Máximo Cuervo Radigales, Director General de Prisiones entre 1938 y 1942, fue creado por el decreto de 28 de mayo de 1937, para que los presos “contribuyeran con su trabajo a reparar los daños y se reinsertaran en la nueva sociedad libres de culpa”. La continuación de esa política fue la creación de las Colonias Penitenciarias Militarizadas (SCPM) por Ley de 8/09/1939 llevando a cabo la explotación laboral de los presos a través de talleres, destacamentos, colonias militarizadas o batallones de trabajadores (BT) o batallones disciplinarios de soldados traba-jadores (BDST o BDSTP, al añadir penados).

LOS ESCLAVOS DEL CANAL DE LOS PRESOS

El Canal del Bajo Guadalquivir o Canal de los Presos nace en el embalse de Peñaflor, en el municipio de Palma del Río. Recorre 158 kilómetros, por la margen izquierda del río, antes de morir en el embalse de Don Melendo, en el término municipal de Lebrija (Sevilla). Fue construido con la exclusiva financiación de las obras por parte del Estado, aprovechando el trabajo esclavo de presos políticos, para beneficio de los terratenientes sevillanos, los cuales se pusieron desde el primer momento al servicio de los militares sublevados contra la Segunda República. Algunos de ellos habían obtenido cargos políticos en la provincia y ciudad de Sevilla, otorgados por Queipo de Llano, tras la violenta conquista militar de la ciudad.

Sus primeros cincuenta kilómetros, desde Peñaflor hasta el término municipal de La Rinconada, sigue el trazado, circulando en paralelo a la izquierda del Canal del Valle Inferior del Guadalquivir (canal chico, como es conocido), que fue inaugurado en 1931. Es en este municipio cuando se separan gradualmente para no volverse a juntar.Se construyó entre 1940 y 1968,. El agua comenzó a correr por el canal en sus primeros 120 kilómetros en 1967. Actualmente 80.000 ha. se benefician del agua que les proporciona el Canal de los Presos, aunque muy pocas pertenecen a la Vega Media, solo las que corresponden a la parte oriental del término de La Rinconada. La Vega se abastece principalmente para el riego de sus campos del Canal del Valle Inferior del Guadalquivir.

El Canal de los Presos fue construido en tres tramos: el primer tramo, llamado de origen, de 28 km, construido entre 1948 y 1966, aunque la toma de aguas no comenzó hasta 1958, atraviesa los municipios de Palma del Río, Lora del Río y Carmona; el segundo tramo, el central, con una longitud de 82 kilómetros, fue construido entre 1940 y 1962 y recorre los términos municipales de Carmona (cerca de Guadajoz), Villanueva del Río y Minas, La Rinconada, Sevilla, Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas y Los Palacios; y el tercer tramo o tramo final, ya lejos de la Vega sevillana, fue construido entre 1960 y 1968, y circula por los términos de Los Palacios, Utrera, Las Cabezas de San Juan y Lebrija, y tiene 48 kilómetros de longitud.

VISTA DEL CANAL DE LOS PRESOS

A la comarca de la Vega Media le corresponden los primeros 25 km del tramo segundo del canal, desde Los Rosales a La Rinconada, aunque atraviesa tierras de los términos municipales de Villanueva del Río y Minas y de Carmona, a solo uno o dos kilómetros al sur de los términos de Tocina, Cantillana y Brenes. Después entra en el municipio de La Rinconada, antes de continuar hacia el de Sevilla. En esta parte del canal se hicieron importantes obras de fábrica del canal: acueductos para salvar los arroyos Las Culebras y el Bodegón de las Cañas, cercanos a Brenes; sifones para cruzar algunas acequias; y el acueducto del arroyoAlmonazar, en el término de La Rinconada, que fue el de mayor envergadura.

Las obras fueron realizadas por un total de 2.422 presos políticos “para redimir penas” (reducir hasta una tercera parte la condena en prisión) y cobrando dos o tres pesetas como salario, pero quedándole una ridícula cantidad, después de descontar una parte para alimentación, siempre pobre y escasa, y otra parte para su familia. El organismo encargado de la organización de los trabajos y traslado de los presos era la Colonia Penitenciaria Militarizada (CPM) de Dos Hermanas desde sus campos de concentración: primero en La Corchuela y después en Los Merinales o en El Arenoso, próximo a Los Palacios, desde donde eran desplazados a los lugares de las obras o “vivían” en campamentos o depósitos temporales en los lugares de trabajo. También trabajaron en su construcción expresos (presos en libertad condicional, también llamados libertos) que no tenían otro lugar para trabajar y que de esa forma acortaban en tiempo de condena, y algunos obreros contratados. Los expresos o libertos vivían en los poblados o asentamientos de chozas cercanos al lugar de trabajo. A veces, el trabajo era continuo, sin parar, las 24 horas del día, con relevos de trabajadores. Los accidentes fueron muy  frecuentes en todos los tramos de construcción y no existían indemnizaciones. En general, vivían en condiciones infrahumanas.

La construcción de los citados 25 km entre Los Rosales y La Rinconada comenzó en 1947, cuando ya estaba en marcha la construcción del acueducto sobre el arroyo Almonazar, cuyas obras habían comenzado en 1946, tras la visita en febrero de ese año del Ministro de Obras Públicas, Fernández Ladreda. En la noticia, publicada en ABC, sobre esta visita se alude a los trabajos de los presos de la CPM de Dos Hermanas, aunque se dice que ya son pocos gracias “a los generosos indultos del Caudillo”. Para su construcción pusieron barracones o tiendas de lona, rodeados con alambres de espinos, para alojar a los presos políticos de la CPM de Dos Hermanas, aunque posteriormente construyeron un gran caserón, junto al canal y al comienzo del acueducto, donde dormían en literas. Junto a esa “vivienda”, en sus alrededores, se fueron estableciendo familias de los presos en chozas para estar cerca de ellos.

¿QUIENES FUERON? SUS NOMBRES Y APELLIDOS POR MUNICIPIOS

Cinco presos eran vecinos de ALCALÁ DEL RÍO:  Carmelo Berenguer Marcellán, 47 años, trabajador del campo, casado, UGT, condenado a 20 años, en libertad condicional (c.) en julio de 1943; Manuel Hernández Correa, 29 años, campo, soltero, UGT, condenado a reclusión perpetua (30 añños), enviado el 3.01.1942 a CPM) de Dos Hermanas para trabajar en el C. Presos, en libertad c. en marzo de 1943; Manuel Marín Cruz, 27 años, campo, soltero, PCE, condenado a 12 años, conmutada por 6, enviado el 29.03.1940 a CPM de Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1941; Manuel del Valle Martín, 34 años, chófer, soltero, condenado 12 años, en libertad c. desde 1941; Antonio Zambrano Granados, 27 años, panadero, en en libertad c. desde 1943.

Uno de LA ALGABA: Juan Antonio Carbonell Tristán, 33 años, soltero[1], CNT, condenado a 12 años, conmutada por 8, enviado el 12.02.1940 a CPM de Dos Hermanas, en libertad c. desde junio de 1943.

Dos de BRENES: Manuel Gálvez Millán, 38 años, industrial, PCE, Alcalde de marzo a julio de 1936, condenado a pena de muerte, conmutada por reclusión perpetua, en libertad vigilada hasta 1950, y José Sánchez Osuna, 30 años, campo, soltero, UGT, condenado a 14 años y 8 meses, enviado el 26.01.1940 a CPM de Dos Hermanas, en libertad c. desde junio de 1943.

Dos de BURGUILLOS : Joaquín Domínguez Rodríguez, 37 años, campo, casado, CNT, condenado a reclusión perpetua y Antonio Santos Álvarez, 43 años, campo, casado, PSOE, condenado a  reclusión perpetua, conmutada por 15 años, enviado el 3.01.1943 a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1944.

Once de CANTILLANA: Julián Barranca Domínguez, 30 años, campo, soltero, CNT, condenado a 14 años 8 meses, en libertad c. desde diciembre de 1944; Rafael Castro Prieto, 27 años, campo, soltero, CNT, ingresó en Prisión Provincial de Sevilla (PPSE), La Ranilla, en 1941, condenado a reclusión perpetua, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde diciembre de 1945; Salvador García Blanco, 28 años, cerámico, soltero, CNT, condenado a 12 años; Manuel Guerrero Fortunato, 26 años, campo, casado, condenado a 14 años, en libertad c. desde enero 1943; Lorenzo Lozano Espinosa, 34 años, campo, casado, CNT, condenado a 20 años, conmutada por 12, enviado a  Dos Hermanas, en libertad c. desde junio de 1943;  Manuel Ortiz Sánchez, 33 años, guardia de asalto, casado, PCE, condenado a reclusión perpetua, pasó por varias cárceles y terminó en Sevilla, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde abril de 1944; Joaquín Reina Sánchez, 31 años, campo, soltero, CNT, condenado a 12 años, conmutada por 10, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde agosto de 1941; Claudio Rivero Rodríguez, 32, campo, soltero, CNT, condenado a 20 años, en libertad c. desde diciembre de 1944; Antonio Rodríguez Blanco, 36 años, campo, casado, CNT y UR, condenado a 17 años y 4 meses, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde junio de 1943; Antonio Tirado Santana, Antonio 34 años, tabernero, casado, JJSS-UGT y concejal en 1936, condenado a reclusión perpetua,2 conmutada por 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde agosto de 1943, y Francisco Vega Pablo, 42 años, campo, casado, UGT, condenado a reclusión perpetua, conmutada por 12 años, enviado a Dos Hermanas, con prisión atenuada desde octubre de 1943.

Trece de LA RINCONADA-SAN JOSÉ: Antonio Galván Pariente, 28 años, panadero, soltero, PCE, condenado a 12 años, trasladado a Dos Hermanas en libertad c. desde diciembre de 1942; José Jiménez Pérez, José, 32 años, campo, casado, CNT, condenado a 17 años y 4 meses, conmutada por 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. en noviembre de 1943; Emilio López Guardia, 26 años, campo, soltero, UGT, condenado a 20 años, conmutada por 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1943; Francisco Marín Corona, Francisco, 29 años, campo, soltero, CNT, condenado a 12 años, enviado a  Dos Hermanas, en libertad c. desde octubre de 1942; Antonio Márquez Román, campo, 31 años, UGT, condenado a 12 años, trasladado a  Dos Hermanas ,en libertad c. desde octubre de 1942; Antonio Moreno Miguel, 35 años, ajustador mecánico, casado, UGT, condenado a 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde diciembre de 1942; Ángel Navarro Calvo, 34 años, campo, casado, CNT, condenado a 14 años 8 meses, enviado a Dos Hermanas, sobreseimiento  en 1941; Tomás Olmo Hidalgo, UGT, condenado a 14 años 8 meses, conmutada por 12 años, fue enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde enero de 1943; Miguel Padilla Lorente, 48 años, campo, soltero, UGT, condenado a 14 años 8 meses, conmutada por 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1943;  Antonio Pros Cruz, Antonio, 30 años, conductor, casado, condenado a 12 años y 1 día, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1941; Pablo Ramos Villar, Pablo, 26 años, campo, soltero, PCE,  condenado a 20 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1943; Servando Sánchez López, 26 años, campo, soltero, CNT, condenado a 17 años y 4 meses, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1943; José Sibaja Pérez, 30 años, campo, soltero, CNT, condenado a 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde febrero de 1943.

Siete de TOCINA-LOS ROSALES: José Aguilera García, José, 33 años, campo, casado, condenado a 15 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad condicional (c.) desde julio de 1943; Santiago Alcalde Echevarría, 30 años, ferroviario, casado, UGT, condenado a 20 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde julio de 1943; Manuel Gómez Sierra,  26 años, soltero, campo, CNT, condenado a 12 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde enero de 1941; José López Salido, José, 39 años, campo, soltero, CNT, condenado a reclusión perpetua, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde diciembre de 1945; Demetrio Márquez González, 33 años, campo, casado, condenado a 20 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde junio de 1943; José Palma Benítez, José, 30 años, ferroviario, casado, condenado a 14 años y 8 meses, conmutada por 10 años, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. desde diciembre de 1941; Antonio Romero Chaves, 32 años, ferroviario, casado, PSOE, condenado a reclusión perpetua, enviado a Dos Hermanas, en libertad c. con destierro (a Los Palacios) desde diciembre de 1946.

Uno de VILLAVERDE DEL RÍO:  Antonio Alés Moreno, 27 años, soltero, campo, enviado a Dos Hermanas en 1941.

El recuerdo de todos perdure para siempre, pues lucharon por la libertar y la democracia republicana, pero fueron tratados como esclavos por los militares franquistas.


[1]  En realidad estaba casado con Dolores Martínez Tubiñeja, exmonja, natural de Galdames (Vizcaya). Se conocieron en un hospital de Alicante y allí se casaron Este matrimonio civil no era reconocido por las autoridades franquistas.

Ramón Barragán  Reina

         

Fuentes de Andalucía recupera el nombre primitivo de su feria, la Fiesta de la Ermita

La Feria de Fuentes de Andalucía –en origen y durante siglos nominada Fiesta de la Ermita–, ha ido desarrollando en el devenir de su dilatada existencia una serie de modificaciones sustanciales de fecha, fines, denominación, hábitos, formas, imagen o formato, entre otros muchos condicionantes; pero hay una característica particular que se han mantenido en el tiempo: el emplazamiento de su celebración, en el entorno de la ermita de San Francisco y de ahí su denominación primitiva, única y singular.

Si cierto es que la fiesta se repite en una línea de continuidad con el pasado, también lo es que simultáneamente se renueva, arrastrada a un proceso continuo de evolución y renovación marcado por la sociedad fontaniega de la época. Un desarrollo, y su consecuente transformación, que no ha influido en el emplazamiento de celebración de la fiesta, hasta el punto que el espacio se ha mantenido vacío, adaptado y urbanizado, bloqueando e influyendo en el crecimiento de núcleo urbano habida cuenta de la relevancia del mismo en la repetición cíclica de la fiesta, clasificada claramente como fiesta de lugar.

En la citada ermita radicaba la Hermandad de Consolación –hoy bajo el título de la Humildad– que al menos desde mediados del siglo XVII celebraba en septiembre, en paralelo a los cultos tributados a su Titular letífica, una feria lúdica y comercial bajo la nominación histórica de Fiesta de la Ermita, en las inmediaciones de la capilla, que llegaría a consolidarse en el siglo XVIII como velada festiva de esparcimiento de toda la población fontaniega. Este componente festivo en paralelo al hecho religioso fue importado por la cofradía local desde Utrera, a donde como filial acudía cada 8 de septiembre en peregrinación, engrosando la magna romería de la Virgen utrerana.

El proceso de transformación de la fiesta fontaniega se manifestó notoriamente en la siguiente centuria, a lo largo de la cual queda patente la implicación del ente municipal, que fue adquiriendo protagonismo hasta convertirse en el organizador máxime de la misma, en paralelo al culto religioso promovido por la cofradía.
A finales del XIX llegaría la implantación de una feria de compraventa de ganados y caballerías, coincidiendo con los días festivos, y en 1948 la reconversión de la Fiesta de la Ermita en Feria de Fuentes de Andalucía, a partir de cuya fecha perdería oficial su nominación primitiva.

Aun así, su nombre tradicional permaneció en el uso coloquial de la población por transmisión oral, manteniéndose en todo este proceso su ubicación originaria, en las inmediaciones de la ermita de San Francisco, que hoy es todo un hito físico y artístico que dio nombre, lugar, origen y desarrollo a una fiesta centenaria que tres siglos después se mantiene adyacente a sus muros.

A iniciativa del cronista oficial de la villa y miembro de ASCIL, Francis J. González, con objeto de preservar la singularidad que dota de idiosincrasia en la nominación a la Feria de Fuentes de Andalucía, proveyéndola de cierta particularidad, y en base a los argumentos históricos existentes, en los últimos meses se ha impulsado la recuperación del nombre primitivo de la fiesta en cuestión.

De este modo, el pasado 6 de junio la proposición fue llevada a pleno, y tras la exposición argumental de la misma por el propio cronista, la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía aprobó por unanimidad una nueva nominación para la Feria fontaniega, que recupera su nombre primigenio en la forma «Feria de Fuentes de Andalucía – Fiesta de la Ermita».

Una propuesta que ha contado con la adhesión de D. Jesús Cerro Ramírez como cronista de la villa, la Hermandad de la Humildad como corporación impulsora de la fiesta originaria, asociaciones culturales, entidades afines a la fiesta y las casetas del Real fontaniego.

De este modo, la nueva nominación constará en todos aquellos soportes nominativos, gráficos o documentación de relevancia que emanen del ente municipal con el objeto de brindar y lograr la permanencia en lo sucesivo.

Juan de Roelas rezó ante el Cristo de Burgos

Cristo de Burgos y Juan de Roelas

Archivo Hdad. Cristo de Burgos

 

La Hermandad del Cristo de Burgos, radicada desde su fundación en la Iglesia de San Pedro, conmemoró el pasado sábado 1 de junio el 450 Aniversario de su titular, el Santísimo Cristo de Burgos, con una procesión extraordinaria hasta la Catedral de Sevilla donde se celebró una misa estacional, con motivo de esta efeméride, en el Altar del Jubileo.

El clérigo y pintor Juan de las Roelas tuvo que orar en numerosas ocasiones ante el Cristo de Burgos, imponente crucificado que antes tallara el escultor Juan Bautista Vázquez “El Viejo”.

En un documento fechado el 18 de noviembre de 1573, el escultor se compromete a ejecutar una imagen de un Crucificado y una Dolorosa en los siguientes términos: “con una corona de espinas y sus cabellos largos y un paño en el cuerpo, según y en la forma que está y lo tiene el Santo Crucifijo de la Capilla de San Agustín de esta ciudad…”. El 22 de noviembre de 1574 finaliza el encargo que tiene como destino presidir una de las paredes laterales de la capilla funeraria del Licenciado Castañeda en la Parroquia de San Pedro. Por el recibo de finiquito se conoce que el coste de la imagen ascendió a cincuenta ducados y que la policromía corrió por cuenta del suegro del escultor, el pintor Juan de Zamora. Las dimensiones de la imagen coinciden con las estipuladas en el encargo “ocho palmos y medio de vara, que tenga desde la cabeza fasta el pie inclusive”.

Después de haber dejado su capellanía en Olivares en 1604, Roelas se establece en Sevilla, donde trabajó ininterrumpidamente como capellán de la Parroquia de San Salvador, y como pintor hasta 1616 que se trasladó a Madrid.

Juan de Roelas tuvo una relación muy estrecha con la Parroquia de San Pedro y de manera particular con la Venerable e Ilustre Hermandad de Señores Sacerdotes Seculares de San Pedro Ad Vincula de la ciudad de Sevilla.

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Basilio Rodríguez García
Asociación Cultural Gaspar de Guzmán, Conde Duque de Olivares

 

Deportados en Mauthausen, asesinados en Gusen

Una trágica historia que no podemos olvidar

El 1 de septiembre de 1939 comenzó la II Guerra Mundial. Muchos republicanos españoles, entre ellos bastantes andaluces, que habían pasado a Francia huyendo de la represión franquista, se encontraron que la paz no era para ellos. Allí habían sido confinados en 16 campos de refugiados, auténticos campos de concentración, encerrados con estacas y alambre de púas, siendo desarmados y los dirigentes políticos registrados y las familias separadas. Estaban a salvo de Franco y sus secuaces, pero no eran libres. En los campos franceses prevaleció la disciplina militar, con permanente vigilancia. Hasta la distribución de los periódicos de izquierdas fue prohibida, no así la de los periódicos de la derecha. A pesar de estas circunstancias, cuando Francia fue invadida por el ejército alemán, muchos españoles optaron por luchar contra el fascismo en Europa y hacer frente a la barbarie del nazismo enrolándose en la Resistencia y en unidades del ejército francés no sometido a Hitler, donde escribirán páginas sacrificadas y gloriosas. Para esa fecha (junio de 1940) ya habían muerto 6.000 españoles y 14.000 habían sido hechos prisioneros, y eran muchos miles los que permanecían encerrados aún en los campos (solo en el de Argelès había más de 15.000 personas, de las que 5.000 eran mujeres y niños). En poco tiempo se habían exiliado huyendo de franquismo, instalado en España; habían sido tratados como indeseables en Francia, y deportados a Alemania y Austria en un viaje que les llevaba a una muerte, de la que algunos, no obstante, pudieron salvarse.

El 24 de agosto de 1940, poco después de la invasión de Francia por el ejercito hitleriano y la capitulación de su gobierno, llegaron al campo de exterminio de Mauthausen (Austria), en vagones de carga, la primera tanda de los 7.500 deportados (algunos historiadores llegan a la cifra de 9.000) a este campo hasta 1945. En su puerta había un rótulo que decía: “Entráis por esta puerta, salís por las chimeneas.” Muchos de ellos fueron trasladados al campo de exterminio de Gusen, que estaba a unos 4,5 km y dependía del anterior. Fueron obligados a trabajar, en condiciones inhumanas, en la extracción de piedra de granito para las grandes construcciones nazis, siendo muchísimos los que murieron en estas tareas agotadoras. Gusen fue una auténtica fábrica de cadáveres. A partir de 1942 los dedicaron a trabajar para la industria bélica alemana, ante la necesidad de mano de obra.

En total, 5117 españoles (1.494 andaluces) fueron vilmente asesinados en Mauthausen, Gusen y otros campos nazis. Los sevillanos asesinados en Mauthausen, algunos, o en Gusen, la mayoría, fueron 76, de ellos 20 eran vecinos de los pueblos de la Vega del Guadalquivir, la mayoría de Lora del Río. El gobierno de Franco no quiso saber nada de todos ellos, por lo que fueron tratados como como presos políticos, “combatientes rojos españoles” (rotspanienkämpfer, en alemán), y como apátridas, siendo un triangulo azul su distintivo. Todos miraron para otro lado, pero con mayor alevosía sanguinaria el ministro Serrano Súñer, que conocía lo que allí estaba ocurriendo, pues el Consulado Español en Viena tramitó diferentes asuntos, como defunciones, cartas, preguntas de familiares, e incluso la liberación de algún niño de los campos. Por ello, su responsabilidad es total en el asesinato de los republicanos españoles en campos nazis.

La represión nazi llegó también a algunos republicanos de la Vega Media: prisioneros de los nazis, fueron deportados a Mauthausen y asesinados en Gusen…
Huyeron en 1936 de sus pueblos, participaron en la guerra española defendiendo la República, se exiliaron en 1939, al igual que otros 500.000, fueron deportados a Mauthausen y asesinados en Gusen
El primero de los vecinos de la Vega Media deportado al campo de concentración de Mauthausen (Austria) fue José Fernández Rodríguez, nacido en Tocina en el 18 de octubre de 1907. Llegó el 6 de agosto de 1940 y procedía del Stalag VII-A (Moosburg-Alemania), desde ese momento ya no era una persona, era número 65.043 en el stalag (campo de concentración) y matrícula 3.532 en Mauthausen. El 24 de enero de 1941 fue llevado a Gusen, siendo su matrícula 9.220. Murió el 7 de octubre de 1941, cuando iba a cumplir 34 años. Gusen era un campo de concentración dependiente de Mauthausen, a 5 km de éste, al que iban “aquellos que según el comandante de Mauthausen no servían para nada”, es decir, los que estaban enfermos, inválidos o excedentes del campo central. A partir de esa fecha empezaron a llegar republicanos españoles a este campo de exterminio, que llegó a superar la población del campo de Mauthausen.

El segundo en ser deportado a Mauthausen fue José Gómez Caballero, nacido en Alcalá del Río el 15 de marzo de 1919, hijo de Dionisio Gómez y de María Caballero. Huyó de su pueblo antes de la llegada de los militares franquistas y participó en la guerra española. Fue hecho prisionero por los alemanes y encerrado de mayo a junio de 1940 en el Stalag V-D (Estrasburgo), en territorio francés, con el número 3.258, pues allí había realizado trabajos de defensa de Francia, antes de la invasión alemana, en las Compañías de Trabajadores Extranjeros. Fue deportado a Mauthausen el 13 de diciembre de 1940, recibió el número de matrícula 4.842, y trasladado a Gusen el 29 de marzo de 1941, pasando a ser el número 11.278. Allí trabajaría en la infernal cantera de granito cercana al campo. Murió el 2 de septiembre de 1941, con 32 años de edad.

Ramón Rodríguez Caro, nacido en Cantillana el 5 de octubre de 1912, hijo de Ramón Rodríguez Solís y Rosario Caro Mena, fue el tercero en ser llevado a Mauthausen. Había huido en 1936 de Cantillana al ser ocupada militarmente. Participó en la guerra española, siendo cabo de la 182 Brigada Mixta y seleccionado para la Escuela Popular de Mando y Enseñanza Militar con fecha 22 de febrero de 1939. Al terminar la guerra, se había exiliado en Francia. Fue deportado a Mauthausen el día 27 de enero de 1941, procedente del Stalag XI-B (Fallingbostel-Alemania), donde tenía el número 86.693 de prisionero. En Mauthausen tuvo el número 6.137, siendo conducido a Gusen el 17 de febrero de 1941, junto a otros 300 españoles, que hicieron el camino a pie, escoltados por las SS. Tardaron unas tres horas, de las 9 de la mañana hasta mediodía. Le otorgaron el nª 10.194. Su muerte ocurrió el 5 de septiembre de 1941, cuando tenía 28 años de edad. Un mes antes que del asesinato de José Fernández, que había llegado poco antes que él, y tres días después del asesinato de José Gómez.

El cuarto fue Jacinto Domínguez Hervás, nacido en Villaverde del Río el 28 de abril 1.903. Era conocido como el guardaespaldas del alcalde socialista Baldomero González Parrilla, que fue fusilado el 22 de agosto de 1936. Él huyó y se enroló en el ejército republicano, por lo que la Comisión Gestora franquista del Ayuntamiento de Villaverde le abrió expediente de incautación de bienes el 25 de noviembre de 1936, que necesariamente afectaría a su familia. Prisionero de ejército alemán en el Stalag XII-D (Trier-Alemania) con el número 24.840, lo llevaron a Mauthausen, llegando el 3 de abril de 1941. Allí le dieron el número 3.933. De Mauthausen fue trasladado a Gusen el 8 de abril de 1941, donde pasó a ser el número 11.847. Murió en aquel lugar infernal el 6 de enero de 1942, a los 39 años de edad.
… y uno se salvó, liberado el 5 de mayo de 1945

El último en llegar a Mauthausen fue Francisco Acosta Castillo, natural de La Rinconada, donde había nacido el 29 de enero de 1913. Era hijo de Francisco Acosta Rodríguez y de Dolores Castillo Sánchez. Sus tíos maternos José, Rafael, Natividad y Lutgarda habían estado detenidos y juzgados (los tres últimos) a raíz de la “jornada del comunismo libertario” de La Rinconada, en 1933, y su tío Manuel, hermano de los anteriores, afiliado a la CNT y a la FAI, estuvo en la Prisión Provincial de Sevilla, La Ranilla, cuatro años. Francisco salió de su pueblo en 1936, cuando tenía 23 años, huyendo a la zona republicana. Al finalizar la guerra española, vivió las consecuencias de la ocupación de Francia por el ejército alemán. Lo deportaron al campo de concentración de Mauthausen el 26 de abril de 1941, procedente del Stalag XI-A (Altengrabow-Alemanis) pasando posteriormente a Gusen, donde estuvo hasta el día de la liberación del campo, el 5 de mayo de 1945 por el ejército norteamericano. Fue uno de pocos que salió con vida, gracias a la excelente organización interna de los presos durante su encierro en los campos de exterminio nazi. Según su primo, Antonio Castillo, al que pude entreviustar, se quedó a vivir en Francia, donde se casó. Ha visitado a su familia en La Rinconada en algunas ocasiones.

El Gobierno de Franco no quiso saber nada cuando fueron liberados. Todos fueron reclamados y repatriados por los gobiernos de sus respectivos países, siendo recibidos con todos los honores, como héroes. Los españoles estuvieron un mes a las puertas del campo de exterminio de Mauthausen. Nadie los quería. A final Francia los reclamó y pudieron establecerse en dicho país.
Ahora sólo nos queda rehabilitar la memoria de todos ellos, honrar sus sacrificios, recordarlos para mantener viva su memoria y reconocerlos como hombres, como republicanos, que dieron su vida por el bien humano más preciado: la libertad.

Como homenaje a ellos y tantos otros que fueron asesinados por la inhumana barbarie nazi, vale la pena reproducir algunos fragmentos del juramento redactado por los comités nacionales del campo de Mauthausen (español, checo, austríaco, griego, italiano, húngaro, francés, belga, polaco, albanés, suizo, luxemburgués, rumano, austriaco, yugoslavo…) varios días después de su liberación:
“Tras una estancia de varios años en el campo, comprendemos mucho mejor el valor de la fraternidad de los pueblos. Fieles a esta idea, juramos mantener nuestro espíritu de solidaridad y unión para continuar la lucha contra el imperialismo y el fanatismo nacional.

(…) La paz y la libertad son la garantía de la felicidad de los pueblos y de la construcción de un mundo sobre nuevas bases de justicia social y nacional. Es esa la única ruta hacia una colaboración pacífica de las naciones y de los pueblos.

(…) Sobre la base de una comunidad internacional queremos erigir a los soldados de la libertad caídos en esta lucha sin tregua, el más bello monumento: EL MUNDO DEL HOMBRE LIBRE. Nos dirigimos al mundo entero para decirle: Ayúdanos en nuestra tarea. ¡Viva la solidaridad internacional! ¡Viva la libertad!”

4 de mayo de 2024
Ramón Barragán Reina, miembro de la Asociación Comarcal Pro Memoria Democrática Vega Media del Guadalquivir.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
MARTÍN, Ricardo; CHECA, Sandra; DEL RÍO, Ángel; ANDALUCES EN LOS CAMPOS DE MAUTHAUSEN, Fundación Centro de Estudios Andaluces, 2006. En las pp. 255-257 de esta obra están los datos básicos de los cinco vecinos de municipios de la Vega Media que estuvieron en Mauthausen y en Gusen.
ARMENGOU, Montse y BELIS, Ricardo. EL CONVOY DE LOS 927, Ed. Plaza y Janés, 2005, pp. 18, 138-140 y 146.
BARRAGÁN REINA, R., CANTILLANA II REPÚBLICA. La brutal represión franquista en un pueblo sevillano, Ed. Muñoz Moya, Brenes. 2006, pp. 170, 198-200; y DE LA CLANDESTINIDAD A LA LIBERTAD CONQUISTADA. Antifranquismo y lucha obrera en la Vega Media del Guadalquivir, Ed. Círculo Rojo, Almería, 2014, pp. 131-133.

LA PERVIVENCIA DEL BARROCO CULTO EN LA COMARCA DEL ALJARAFE. LOS EXCEPCIONALES CONJUNTOS DE OLIVARES Y UMBRETE

Durante los siglos XVII y XVIII los pueblos que forman la comarca del Aljarafe, situada al oeste de la provincia de Sevilla, muy próxima a la capital, conocieron un proceso de enriquecimiento de su patrimonio artístico, cuyo resultado podemos admirar aun en la actualidad. En el presente trabajo analizamos las principales características de dos conjuntos barrocos que sobresalen por su singularidad, calidad y estado de conservación: la colegiata de la villa condal de Olivares, y los edificios barrocos de la villa arzobispal de Umbrete. Asimismo aportamos algunas noticias artísticas sobre el santuario de Nuestra Señora de Loreto, en Espartinas.

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La pervivencia del barroco culto en la comarca del Aljarafe. Los excepcionales conjuntos de Olivares y Umbrete

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