Carlos Gardel, en los arrabales de Buenos Aires, allá por 1935, creó uno de los tangos más famosos del mundo. Con voz rota, aterciopelada y desgarrada, al unísono, cantó Volver. En una de sus estrofas míticas dijo “que veinte años no es nada”. Efectivamente, si atendemos al tiempo histórico o al tiempo cósmico, veinte años no son nada. Pasan de una vez, casi sin darnos cuenta. Pero estos veinte años de ASCIL (2003-2023) han sido un acicate importantísimo para la vida cultural de nuestra provincia, tanto de la capital como de cada uno de los pueblos que la conforman.
Cuando empezamos a dibujar aquel sueño era muy difícil encontrar estudios sobre la mayor parte de nuestros pueblos. La mayoría estaban centrados en la capital y en las ciudades más importantes de la provincia. Y, sin embargo, cuando visitábamos sus comarcas veíamos por el patrimonio, tanto histórico como cultural, que detrás de las circunstancias contemporáneas había un pozo importante de huellas históricas que nos estaban llamando para contarnos sus memorias y sus hitos. También descubrimos que detrás de esos monumentos había muchas generaciones de mujeres y hombres que habían construido una idiosincrasia propia y genuina. Tuvimos la necesidad de empezar a dibujar el lienzo de la verdadera identidad de nuestros pueblos y comarcas. Nos unimos unos pocos, comenzamos a andar. El 12 de junio de 2003, en la Casa de la Provincia, se celebró la primera asamblea para formalizar la Asociación Sevillana de Cronistas e Investigadores Locales (ASCIL).
El camino ha sido continuado, metódico, con objetivos claros. Nunca nos hemos desviado de la senda marcada. Nuestra meta siempre ha sido que nuestros pueblos, por muy pequeños que sean, se reconozcan por sus grandes valores históricos en cualquiera de los ámbitos de su patrimonio: humano, documental, cultural y natural. A nuestra marcha se han ido uniendo, poco a poco, todos los investigadores locales que han querido sumarse, sin ningún tipo de vetos. Así hoy conformamos un equipo de más de 150 cronistas e investigadores/as de todas las edades y ámbitos académicos, que han dejado muchas horas de sus vidas, de manera altruista y generosa, en pro de sacar a la luz las huellas de nuestro pasado.
Veinte años cronológicos no son nada, un suspiro, si me apuran. Pero veinte años de ASCIL ha dado para mucho como se demuestra en el libro que ayer presentamos en la Casa de la Provincia “La biblioteca de ASCIL (2003-2023)” Una bibliografía sobre Sevilla y los pueblos de la provincia” del compañero Juan Diego Mata. Hoy todos nos reconocemos en las intrahistorias que han sido escritas por cientos de especialistas, acercándonos a la realidad histórica de todos y cada uno de los pueblos que nos vieron nacer. Estos veinte años, dos décadas, han servido para unir a los ciudadanos del siglo XXI con sus antepasados de varios siglos atrás y para demostrarnos así mismo la gran riqueza cultural, histórica y patrimonial que atesoran cada uno de los pueblos y ciudades de nuestra provincia.
Solo nos queda una palabra. Gracias.
Felicidades y a por otros 20 años.
