I Premio ASCIL al mejor Trabajo Fin de Máster 2020

Autor: Samir el Moussaoui Calderón

La presencia de mercaderes genoveses en Sevilla está documentada en época almohade. Posiblemente llegaran en torno a 1160 y en 1231 las autoridades islámicas de la ciudad firmaron con ellos un tratado en virtud del cual podían comerciar. La República de Génova entró en negociaciones con Fernando III al objeto de establecer en la capital un consulado y en mayo de 1251 el Rey Santo accedió a sus peticiones. A partir de entonces, la estancia de genoveses en Sevilla se multiplicó y marcó el extraordinario desarrollo económico de la urbe durante los siglos bajomedievales. Sin embargo, fue a partir de 1503, año de la fundación de la Casa de la Contratación, cuando se produjo realmente el incremento decisivo de población genovesa en la metrópolis hispalense, hasta el punto de que la vieja colonia ligur sevillana llegaría a ser la más grande e importante de toda España.

En esta obra se analizan las acciones económicas (actividades financieras, comercio del trigo, negocio del jabón y relaciones mercantiles con América) protagonizadas por algunas familias genovesas residentes en el emporio andaluz durante el periodo comprendido entre 1500 y 1540, además de procurar una más amplia comprensión del impacto que supuso su presencia en la ciudad durante el primer tercio del siglo XVI. Por un lado, sus actividades comerciales y bancarias dinamizaron la economía local, y, por otro, dichas actividades beneficiaron a quienes las practicaron, bien a título individual, bien por medio de compañías privadas creadas entre compatriotas y que constituyeron la base del gran éxito genovés en la Sevilla de comienzos del Quinientos.