La localidad sevillana de Cañada Rosal celebra, hasta el próximo mes de julio de 2019, su 250 aniversario fundacional como una de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía.
Enmarcada dentro de los actos en torno a esta efeméride, el Ayuntamiento de Cañada Rosal, con la colaboración de la Fundación Caja Rural de Jaén, ha preparado una exposición sobre el patrimonio artístico, documental y popular, titulada ‘El último sueño ilustrado’, que pretende acercar y poner en valor documentos y piezas de la época fundacional, que atesora la antigua feligresía de La Luisiana, El Campillo y Cañada Rosa, conservadas a lo largo de los años.
Para la presentación de los contenidos de esta muestra de la historia, cultura y patrimonio de estas Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, en especial de Cañada Rosal, su alcalde, Rodrigo Rodríguez Hans, ha elegido el escenario de la Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla, en un acto celebrado hoy y en el que ha estado acompañado por la diputada provincial de Cultura, Rocío Sutil, el delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, José Manuel Girela, y del cronista oficial del municipio, José Antonio Fílter.
‘La celebración de nuestro 250 aniversario fundacional no es una conmemoración más, sino un acontecimiento histórico, del ideal de la Ilustración Española, del esfuerzo y aspiraciones de una monarquía que pretende sacar a la nación de la decadente situación en la que se encontraba a principios del siglo XVIII y de la identidad cultural de unos nuevos pueblos, que fueron el centro de atención de todas las miradas de las potencias europeas, por sus modernas medidas de progreso, muy adelantadas a su tiempo’, ha dicho Rodríguez Hans.
EN LA CASA DE LA CULTURA DE CAÑADA ROSAL, DEL 10 AL 15 DE NOVIEMBRE
‘Cañada Rosal. El último sueño ilustrado’ se podrá visitar en la Casa de la Cultura del municipio, del 10 al 15 de noviembre. A través de esta exposición el visitante se adentra en un túnel del tiempo, que le transporta a una época y un proyecto que marcó para siempre el devenir histórico de pueblos como Cañada Rosal que hoy, 250 años después, lleva a gala sus orígenes, sus raíces y las señas de identidad que le hacen singular y diferente.
No se trataba sólo de levantar nuevos pueblos de calles rectas en cuadrículas, ni de nuevas normas, ni nuevas conductas dirigidas a llevar a la práctica un modelo para implantar la reforma económica y social que nuestro país necesitaba. El proyecto de creación de las Nuevas Poblaciones fue un intento de hacer realidad una concepción de la vida y de las relaciones sociales diferentes a las que se conocían en su momento. En resumen, fue un intento de hacer realidad lo que los historiadores han definido como ‘el horizonte utópico de la Ilustración’.
La gran aventura emprendida por las familias colonas que crean estos nuevos pueblos hizo posible transformar territorios, caminos y baldíos, fundando nuevos enclaves urbanos con nuevas sociedades, en la que valores como la participación, el esfuerzo, la igualdad, la tolerancia, el respeto y la solidaridad, impregnaron los inicios de este gran proyecto ilustrado y se convirtieron en su más clara seña de identidad.
Cañada Rosal, a pesar de haber sido aldea desde su fundación en 1769 hasta el año de 1986, en que se constituye en municipio independiente, goza de un rico patrimonio documental propio, recopilado a lo largo de las últimas cuatro décadas de diversos archivos nacionales, entre ellos su carta fundacional, única Nueva Población que cuenta con ella, junto a una fuerte apuesta de digitalización de los libros sacramentales, cuyos originales se custodian en la Parroquia de La Luisiana con registros de bautismos, matrimonios y defunciones desde los primeros colonos.
No sólo se conservan hasta hoy los rastros genéticos en las generaciones de descendientes. Hay, además, muchos elementos que perviven en la memoria histórica, en la cultura, en los apellidos, en el territorio, en la gastronomía y en la identidad colectiva del pueblo carrosaleño. Con esta muestra expositiva se ofrece parte de la historia, cultura y patrimonio del territorio.
Pero, como asegura José Antonio Fílter, el cronista oficial de Cañada Rosal, ‘la otra parte, la más importante, la viva y la humana, está en cada uno de los hombres y mujeres descendientes de aquellos emprendedores colonos que un día, hace 250 años, abandonaron sus lugares de origen para dar vida a nuestros pueblos y en aquellos vecinos y vecinas, que sin haber nacidos en ésta tierra, la eligieron para vivir, compartir y soñar. Haciendo suyo el último sueño ilustrado’.
UNA VISIÓN DE MODERNIDAD Y DE PROGRESO
Como explica Fílter, investigador y cronista local, ‘las colonias sevillanas son las últimas creadas por el intendente Pablo de Olavide con colonos centroeuropeos en su intento de llegar ” hasta Cádiz poblando caminos y fertilizando baldíos”. Ello influyó poderosamente en su levantamiento, pero los recursos que llegan de la Real Hacienda son escasos, hasta el punto de que las obras y edificios que debían haberse realizado, no se ejecutan, especialmente en el núcleo de Cañada Rosal, donde ni siquiera la iglesia se finaliza, quedando la obra en los arranques de los muros y en su lugar, se decidió levantar una sencilla capilla, de manera provisional, aunque terminó siendo definitiva. Sin embargo el núcleo de La Luisiana tuvo mayor suerte, al ser el centro de la feligresía, contando con un rico patrimonio monumental y artístico, parte del cual se expone en ésta espléndida exposición’.
‘Las reformas propuestas y fijadas en el Fuero de Población suponían una visión de modernidad y progreso tanto en el campo económico y productivo, como en el campo social, por lo que puede considerarse como una verdadera “revolución ideológica” en su tiempo. Las Nuevas Poblaciones fueron el espejo donde se miraron los ilustrados del siglo XVIII y ese legado histórico no puede permanecer en el olvido, porque ese legado es el origen y la raíz de gran parte de la grandeza que hoy atesora Andalucía’.