El próximo miércoles 25 de septiembre de 2024, a las 19:00 horas, el presidente de la Asociación Villae Naevae-Camino de la Frontera, ofrecerá una interesante charla sobre “El Camino de Santiago de la Frontera”, nuestro camino.
Lugar: Biblioteca Pública ‘Ermita Santa Ana’.
Entrada libre hasta completar aforo.
No os perdáis esta oportunidad para conocer el camino que pasa por Lora, une pueblos y nos lleva hasta Santiago Apóstol.

Desde ASCIL felicitamos y damos la enhorabuena a estos compañeros Cronistas e Investigadores Locales por el reconocimiento merecido de su pueblo de Villamanrique.
ASCIL se siente honrada y orgullosa de contar con estas ilustres personalidades en su nómina de asociados desde su fundación.
Los Porches manriqueños y la Plaza de España se convertían ayer en escenario del V Día de Villamanrique, que este 2024 ha reconocido a cuatro hombres con una trayectoria profesional y humana especialmente vinculada a la investigación, apoyo y promoción de la cultura, la historia y las tradiciones de nuestro pueblo.
Manriqueños que han dejado un auténtico legado cultural, histórico, etnográfico y de solidaridad, y que son una fuente de inspiración y admiración para nuestro pueblo, destacaba en su intervención el alcalde de Villamanrique, Francisco J. Domínguez ‘Chico’.
Juan Márquez, Manuel Carrasco, Manuel Zurita y José Zurita, rodeados de sus familias y amigos, recibieron del alcalde la Medalla de Oro de la Villa, y aprovecharon sus intervenciones para agradecer, con palabras muy emocionadas, el honor de este reconocimiento propuesto de forma unánime por la Corporación Municipal, representada al completo en el acto.

El investigador José Cabello apunta a “lista para ser usada, en ristre” como el significado correcto, un hallazgo que ha llevado a Trapiello a matizar su traducción al castellano actual del clásico cervantino.
El investigador y archivero sevillano José Cabello Núñez ha encontrado tres firmas de Cervantes y 70 documentos históricos sobre su vida y quehaceres, de los cuales ha publicado 33 y estudia ahora los otros 37, una labor que le ha posibilitado descifrar un enigma filológico: qué significa la “lanza en astillero” del arranque del Quijote.
El debate sobre la “lanza en astillero” se desató con la traducción al castellano actual de la obra cumbre de la literatura española por parte del escritor Andrés Trapiello, quien en la primera edición de su traducción de 2015 lo tradujo por “lanza ya olvidada” y posteriormente, en la edición de 2019, lo matizó para dejarlo en “lanza ya a la espera”.
Finalmente, gracias a una indicación efectuada por Cabello Núñez, en la reciente edición en dos volúmenes de Ediciones Destino –de páginas enfrentadas del original de Cervantes con la versión de Trapiello–, la traducción definitiva es “lanza en ristre”, ya que la idea de que “astillero” significaba almacén, armario o panoplia era justo la opuesta al significado real de esa expresión en época de Cervantes, según pudo demostrar el archivero con documentos históricos.
Cabello Núñez encontró una carta de 1595, diez años antes de que la empleara Cervantes en El Quijote, con la expresión “en astillero”. Esa carta además era un documento manuscrito y de carácter oficial, no literario, redactado por Juan de la Torre Hurtado, un comisario real de abastos en el ejercicio de sus funciones y, por tanto, un compañero de Cervantes durante su estancia en Sevilla y su comarca, con el que sin duda tuvo que compartir experiencias.
En esa carta, De la Torre comunicaba al proveedor Pedro Rodríguez Herrera sus dificultades para recaudar trigo para la Armada, pero también le decía que esas dificultades no las había encontrado en las localidades sevillanas de Écija y Marchena, municipio que consideró “muy afable” y que, por tanto, ya tenía el trigo y la harina listos para “ponerlos en astillero”, o sea, preparados para que los recogieran.
Es decir, la “lanza en astillero” del Quijote no era un arma olvidada y herrumbrosa, sino todo lo contrario, lista para ser usada, “en ristre” como ha acabado traduciendo Andrés Trapiello.
El malentendido con el significado de “en astillero” tardó en resolverse porque es una expresión que no registra el Diccionario de Autoridades y, como explica el propio Trapiello con cierta ironía en el prólogo a la última edición de su traducción, publicada este año, él mismo se fió de las notas de los filólogos que aseguraban que “astillero” era un armero para guardar astiles y armas.
“Algunos de esos filólogos lo ilustraban incluso con un dibujico de lo más lindo, reconstrucción pintiparada de lo que a su juicio era un astillero del que no faltarían adargas, lanzones y demás chatarra”, añade Trapiello con la ironía que caracteriza tantos de sus escritos.
Trapiello conoció personalmente a Cabello Núñez precisamente en la presentación en Sevilla de su traducción del Quijote al castellano actual, en un encuentro que, según el escritor, “parecía el principio de un relato cervantino”, en alusión a la bonhomía del archivero, “un hombre más bien tímido y desde luego discreto”.
Una vez Cabello Núñez puso al escritor en la pista, Trapiello cuenta que salieron otros ejemplos, como “ya tenéis vuestro libro en astillero” (Suárez de Figueroa, El pasajero, 1616); y “destilación (del aguardiente) en astillero” (Castillo Solórzano, La garduña de Sevilla, 1646) y varios “naipes en astillero” en otras obras.
Y constató el escritor que esas expresiones siempre tenían el mismo sentido –”mercancías o cosas ya a punto y listas para ser expedidas o utilizadas, como quedan los barcos en el astillero a la espera de empezar a navegar”–.
La pista de Cabello Núñez le fue corroborada a Trapiello por el erudito Pedro Álvarez de Miranda, lexicólogo, que le confesó: “No encuentro ningún otro texto en el que astillero signifique percha o estante para astas o lanzas”.
“Lanza en ristre”, concluye Trapiello en el prólogo a la última edición de su traducción al castellano actual, es lo que corresponde “a un personaje ya impaciente que, al decir de su autor no quería aguardar más tiempo para poner en práctica su pensamiento, que no era otro que el de salir de inmediato a buscar aventuras”.
Fuente: https://www.diariodesevilla.es/ocio/archivero-sevillano-arroja-luz-lanza_0_2002202791.html
La Corporación Municipal de Villamanrique de la Condesa, reunida en sesión plenaria ha concedido la Medalla de Oro de la Villa a los vecinos Juan Márquez, Manuel Carrasco, Manuel Zurita y José Zurita, por su compromiso con la cultura y las instituciones del pueblo, de las que han sido desde jóvenes “incansables colaboradores”.
Este reconocimiento, que será entregado en la celebración del Día de Villamanrique de la Condesa el próximo 6 de septiembre, ha sido propuesto de forma unánime por la Corporación Municipal manriqueña, que distingue así no sólo sus brillantes trayectorias profesionales sino también sus contribuciones locales en el ámbito de la historia, la cultura, la religiosidad, la música o la etnografía manriqueña.
Estas flamantes nuevas Medallas de Villamanrique reconocen asimismo el carácter humanista y filantrópico de estos manriqueños y su enorme generosidad y entrega al engrandecimiento y promoción del pueblo.
¡Enhorabuena a todos ellos!