Predominio de la Mujer en el Teatro Musical Español en los Siglos XVII y XVIII

El 20 de marzo de 1587 un grupo de catorce mujeres encabezado por Mariana Vaca y Mariana de la O reivindican ante el Consejo Supremo de Castilla su derecho a representar en los escenarios tras la prohibición de actuación de mujeres promulgada por una junta de Reformación en 1586. Este hecho conllevó a que dicho Consejo tras comprobar que esas mujeres eran casadas y actuarían acompañadas de sus maridos, concediera la licencia de representación el 18 de noviembre de ese mismo año, prohibiendo el travestismo de mujeres y hombres en la escena.

A partir de ese momento, las mujeres tendrán una posición predominante dentro de la representación teatral áurea hispánica, representando tanto los papeles masculinos como femeninos en el nuevo teatro musical y relegando al género masculino a cantar los papeles de “gracioso” o las partes polifónicas de dichas representaciones teatrales. No obstante, en el ámbito real y privado, mujeres y hombres tañerán y cantarán los tonos humanos propios de la música de cámara del momento. Sin embargo, aunque en el ámbito religioso aún subsiste la tradición de que los integrantes de la Capilla Real y capillas catedralicias sean hombres, habrá una importante representación musical femenina dentro de los conventos de la antigua Hispania.