Estas Jornadas, celebradas en el 900 aniversario del nacimiento de Chuaib Abu Madyan, han estado dedicadas a profundizar sobre vida y enseñanzas y mostrar al mundo su vigencia y actualidad.
El Ayuntamiento de Cantillana ha organizado unas JORNADAS INTERNACIONALES SOBRE ABU MADYAN que se han celebrado los día 24, 25 y 26 de noviembre en la Casa de la Cultura, con la colaboración de la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial de Sevilla y la Fundación Tres Culturas. En estas Jornadas han participado doce conferenciantes que han abordado diversos aspectos de la vida de Abu Madyan, sus enseñanzas, su poesía y método espiritual, así como su difusión y permanencia viva en su discípulos y musulmanes de todas las épocas. Los conferenciantes ha llegado de Argelia, Túnez, Francia y España (profesores de Oviedo, Madrid, Córdoba y Sevilla).
Las enseñanzas de Abu Madyan, recogidas de sus poemas, en sus aforismo y en su libro Bidayat al murid, alcanzaron una proyección universal, influyendo durante siglos en las hermandades u órdenes sufíes posteriores a él y en los musulmanes en general, y se ha puesto de manifiesto la actualidad y singular vigencia, pues son: –un estimulo a vivir con libertad, justicia y autenticidad; –una llamada a liberarnos de la tiranía del egoísmo y egocentrismo personal que impide ver a los demás como iguales y como parte de una misma comunidad; –un antídoto eficaz contra el sectarismo y el fanatismo, y –un medio para construir la paz y la fraternidad entre las personas y los pueblos, en una sociedad presidida por la sinceridad y la justicia social.
La Alcaldesa de Cantillana ha resaltado en la clausura de las Jornadas las aportación de los investigadores y maestros de diversas organizaciones sufíes que han mostrado durante estos intensos días la grandeza de la vida y enseñanzas de Abu Madyan, y ha puesto de relieve la importancia que tienen para Cantillana, su lugar de nacimiento hace 900 años. En este sentido ha manifestado el compromiso del Ayuntamiento que preside en conseguir el hermanamiento de Cantillana con Tlemcen (Argelia), la ciudad, donde un bello complejo arquitectónico de estilo andalusí alberga el mausoleo de Abu Madyan, su mezquita, madraza (escuela) y baños árabes.
En representación de las autoridades argelinas ha estado presente Mr OUAIDEN SLIMANE Director de la Cultura de Tlemcen (Ministerio de Cultura de Argelia). Sus palabras han manifestado la importancia que para Tlemcen tienen este reconocimiento a Abu Madyan y el futuro hermanamiento con Cantillana. Felicitando al Ayuntamiento por la organización de estas Jornadas dedicadas a Abu Madyan.
El desarrollo de estas Jornadas Internacionales sobre Abu Madyan han servido para hacer realidad los siguientes objetivos: -Celebrar el 900 aniversario del nacimiento de Abu Madyan en Cantillana con el honor, respeto y valoración que merece. Desde el 25 de noviembre de 2016 una placa conmemorativa estará presente en la Plaza del Caño de la localidad cantillanera. -Profundizar en la significación histórica de su persona y de sus enseñanzas, recogidas en sus escritos y en la tradición oral, dada su proyección universal, como han puesto de manifiesto las conferencias de gran valor académico de acuerdo al programa de las jornadas -Contribuir al desarrollo de una cultura de paz y hermanamiento con los países musulmanes del Mediterráneo, especialmente con los países del Magreb con los que tantos lazos históricos y culturales nos unen desde hace siglos.
A partir de ahora, Abu Madyan forma parte ineludible de la Historia de Cantillana y, por tanto, de la Historia de Andalucía y de España. Shuaib Abu Madyan ya ha comenzado a ser valorado y reconocido en la tierra que vio nacer, aunque haga de ese hecho 900 años, y su legado, la huella imborrable dejada por él en el mundo musulmán, formará parte del patrimonio cultural y espiritual del municipio de Cantillana.
Han actuado, así mismo, tres orquetas: dos orquestas de Tremecén de musica andalusí y sufí y una orquesta de Granada Turat Al-Andalus Fusión, de música andalusí y flamenco.
Nuestro Archivo Municipal no conserva documentación histórica ninguna sobre el proceso de integración de ambas villas, consumado en 1836. Y no porque hubiesen quedado destruidos los legajos y expedientes por el incendio de 2013, sino por otras vicisitudes de diversa consideración que han impedido que los papeles siquiera llegasen a sobrevivir las primeras décadas de 1900. Esta circunstancia adversa nos llevó a tener que reconstruir este episodio tan importante de nuestra historia local, a través de otros archivos y centros documentales de ámbito provincial, regional y nacional.
En estos días que el Ayuntamiento impulsa la conmemoración del 180º aniversario de la unión, hemos tenido la fortuna de descubrir en el Archivo del Arzobispado de Sevilla una comunicación, fechada el 12 de junio de 1836, que remitió el alcalde don Juan García Vides al gobernador eclesiástico, suplicándole que dejasen ejercer como cura a su hermano don Miguel García en la parroquia del pueblo recién juntado. El oficio lleva estampado, en su parte superior, un precioso sello –primero que se conoce de la unión–, que luego dio origen al escudo municipal. El hallazgo ha venido a resolver muchas dudas sobre el origen del enlace poblacional. Certifica que el nombre que se le otorgó al municipio fue el de Los Palacios y Villafranca, después de que se hiciese desaparecer la referencia locativa «de la Marisma» de Villafranca. Pero una de las aportaciones más novedosas corresponde a la configuración de la escena central, ocupada por dos personas de distinta condición social que representan, por una parte, al administrador de la Casa de Arcos –estado señorial al que perteneció históricamente Los Palacios hasta la definitiva abolición de los señoríos en 1835–, y a un labrador de Villafranca de la Marisma. Estos aparecen curiosamente fundidos en un abrazo fraternal y no dándose la mano, como muestra el escudo actual. Queda patente así la gran victoria de aquellos hombres que consiguieron desterrar privilegios de siglos anteriores y plasmaron así el triunfo de la lucha social y política del momento. Subyace del icono un trasfondo ideológico que exalta la igualdad de los hombres. No solo ante Dios como había sido hasta entonces, sino también ante la ley y la vida misma.
La fusión de Villafranca de la Marisma con Los Palacios constituyó un hito en la distribución racional de la propiedad agrícola y organización del propio término municipal. Se impulsó un reparto equitativo de las tierras expropiadas por el gobierno a la Iglesia mediante la desamortización, y los terrenos de Propios del común se parcelaron para poder ser repartidos en lotes de tierras entre muchas familias, que pudieron comprarlas o alquilarlas. Los medianos propietarios terminarán convirtiéndose en el pilar fundamental de la sociedad local, naciendo así un nuevo movimiento obrero como alternativa al capitalismo.
Por tanto, este primer escudo es un espejo que proyecta la significación que la unión supuso en aquellos momentos del primer tercio del siglo XIX, en el que los pueblos sevillanos y españoles iniciaron su reorganización política, económica y sociocultural, al tiempo que comenzaron a establecer las bases para su desarrollo, después de que el ministro Javier de Burgos hubiese promulgado la división provincial de España en 1833.
Aquel histórico acuerdo de 1836, que encarna el logro de la lucha por la tierra y representa la pujanza de la actividad agroganadera, es a nuestro juicio el homenaje más hermoso que se le puede tributar a la memoria de aquellos y aquellas que han trabajado tanto, de sol a sol, porque son ellos verdaderamente quienes llevan escrita la historia de este pueblo en las palmas de sus manos encalladas y agrietadas, pero también rebosantes de humanidad.
Desde que en 1836 hombres de capacidad de las villas de Los Palacios y Villafranca de la Marisma acordasen la unión de ellas debido a la ineficacia en la gestión de ambas jurisdicciones y sus ayuntamientos de forma independiente, varias y variopintas han sido las versiones del escudo oficial de la localidad a lo largo de los casi 180 años que han transcurrido desde aquella histórica fusión que aún perdura.
En las profundidades de los orígenes y la evolución de dicho escudo ha estado sumergido durante meses el historiador y archivero palaciego Julio Mayo. Varias son las conclusiones a las que ha llegado en su investigación. Entre ellas destaca el hecho de detectar varias incorrecciones heráldicas llevadas a cabo en los diferentes diseños con el paso de los años, siempre de manera involuntaria y, según Julio Mayo, motivadas por la tosquedad del sello de la estampación del sello municipal que pudo haberse tomado como modelo, en la que es posible que no se apreciaran con nitidez los detalles y dieran lugar a la confusión.
Quizá el más revelador sea el desliz llevado en la calle central del escudo, en el que se plasma de dos modos diferentes (uno en su origen y otro desde 1864 y vigente hoy día) el acuerdo alcanzado entre las dos villas en el que de manera simbólica dos hombres «sellan» dicho pacto entre el señorío y el ramo de labradores. Según documentos a los que ha tenido acceso el archivero, el señor representado con sombrero alto de copa y elegante levita puede representar a la Casa Ducal de Arcos, concretamente un administrador suyo en la villa de Los Palacios; mientras que el hombre con la chaquetilla más corta y sombrero de inferior altura es probable que personificara a los agricultores de ambos pueblos.
El error en dicha representación por los motivos ya expuestos consiste en que en el original estas dos personas confraternizan y oficializan el acto con un abrazo, al modo del «famoso abrazo de Vergara» de 1839 pero a pie, mientras que posteriormente éste es sustituido por un apretón de manos.
En cualquier caso, el escudo palaciego destaca por el poder de sus símbolo, en un reconocimiento de todos los componentes que integran el ser individual: sentido de pertenencia, noción de identidad, curso de su historia y razón de su cultura.
En 1995 un reducido grupo de músicos, que habían pertenecido a otras formaciones musicales se unen para formar la Unión Musical Astigitana, popularmente conocida como La banda del Pio, comenzando con pequeñas actuaciones: corridas de toros, pasacalles…
Poco más tarde empieza a participar en actos mas importantes, tales como procesiones de Semana Santa o encuentros de Bandas de Música, como la celebrada en La Campana (1998, 1999, y 2000) y Herrera (1999).
El camino recorrido desde entonces no ha sido fácil, pero a pesar de ello la banda ha ido creciendo poco a poco, tanto en número de músicos como en calidad, estando formada en la actualidad por unos treinta y ocho componentes.
Desde hace varios años participa en la Semana Santa de Jerez de la Frontera (Cádiz), Cádiz capital, doña Mencia (Córdoba), y por supuesto en Écija. En todos estos lugares han alcanzado gran aceptación. El paso de los años y la experiencia adquirida, tanto a nivel de grupo como individualmente, ha consolidado esta formación.
Tienen que destacar actuaciones que se han afianzado como el concierto de Navidad o el de Cuaresma, los cuales reúne gran cantidad de público cada año, habiéndose convertida ya en una tradición para esta formación, u otras mas puntuales como la participación en la procesión de la Virgen del Rosario (la Galeona) en Cádiz o en el Corpus Chico de jerez de la Frontera o de Córdoba.
Actualmente son muchos los servicios que realiza esta Banda de Música, ya que actúa en corridas de toros, procesiones de gloria, pregones, conciertos, pasacalles, dianas. Etc. Etc
Es destacable también su participación en el I y II encuentro Internacional de Bandas celebrados en Écija los años 2007 y 2011, en los que participaron la Council Rock High School North Synfonic y Marching Banda (2007), y la Montgomery High Bands (2011), respectivamente dentro de sus giras europeas.
En el año 20076 esta formación obtuvo el 2º premio en el Concurso de Bandas de Música celebrado con motivo de la 1ª feria Cofrade de Torremolinos.
Desde 1996 esta Banda de música es dirigida por don Manuel Jacinto Rojas Andrés, miembro activo de la Música de la 2ª SUIGE SUR nº 2, (antigua Soria 9) en Sevilla.
Recientemente la banda participó en los actos programados con motivo del cincuenta aniversario de la barriada San Francisco de Écija, conocida popularmente como «Pinichi»con el deseo de acercar la música a los barrios periféricos de la ciudad.
Programa 1. María Stma del Subterráneo (Pedro Gámez la Serna) 2. Alma de la Trinidad (Eloy García) 3. Como tu Ninguna (David Hurtado) 4. Alíviame esta Pena Soledad (Antonio Moreno). Estreno 5. Jesús Preso (Emilio Cebrian) 6. María Stma. de la Trinidad (Fco. Javier Guillamó 7. Señorita de Triana (Pedro Morales) 8. A ti Manué (Juan. J. Pontas)
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Estas Jornadas, celebradas en el 900 aniversario del nacimiento de Chuaib Abu Madyan, han estado dedicadas a profundizar sobre vida y enseñanzas y mostrar al mundo su vigencia y actualidad.
Nuestro Archivo Municipal no conserva documentación histórica ninguna sobre el proceso de integración de ambas villas, consumado en 1836. Y no porque hubiesen quedado destruidos los legajos y expedientes por el incendio de 2013, sino por otras vicisitudes de diversa consideración que han impedido que los papeles siquiera llegasen a sobrevivir las primeras décadas de 1900. Esta circunstancia adversa nos llevó a tener que reconstruir este episodio tan importante de nuestra historia local, a través de otros archivos y centros documentales de ámbito provincial, regional y nacional.
Desde que en 1836 hombres de capacidad de las villas de Los Palacios y Villafranca de la Marisma acordasen la unión de ellas debido a la ineficacia en la gestión de ambas jurisdicciones y sus ayuntamientos de forma independiente, varias y variopintas han sido las versiones del escudo oficial de la localidad a lo largo de los casi 180 años que han transcurrido desde aquella histórica fusión que aún perdura.
En 1995 un reducido grupo de músicos, que habían pertenecido a otras formaciones musicales se unen para formar la Unión Musical Astigitana, popularmente conocida como La banda del Pio, comenzando con pequeñas actuaciones: corridas de toros, pasacalles…