ASOCIACIÓN PROVINCIAL SEVILLANA DE CRONISTAS
E INVESTIGADORES LOCALES

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ROGATIVAS AL SEÑOR DE LA HUMILDAD DE FUENTES DE ANDALUCÍA EN EL SIGLO XIX: EL CASO DE 1826 CONTRA LA LANGOSTA

La estructura económica y social del Fuentes de Andalucía durante el Antiguo Régimen se basaba casi en su totalidad, como en la mayoría de las zonas agrícolas peninsulares, en el campo. La agricultura y, en menor grado, la ganadería eran las bases principales de una economíalatifundista precaria y anclada en unos sistemas arcaicos que apenas producían lo necesario para alimentar a una población que dependía directamente de ella en todos los aspectos de su existencia.

Junto al subdesarrollo científico en las técnicas de cultivo, otros aspectos que se escapan al dominio humano van a contribuir a agravar la situación del campo decimonónico español, presentándose periódicamente y que en la mayoría de los casos encontraron difícil solución, tales como las sequías y las plagas de langosta.

Las langostas son voraces insectos herbívoros que constituyen una catástrofe cuando caen en masa sobre unas tierras de cultivos, ya que devoran todo lo que es verde. Es el insecto que popularmente conocemos como cigarrón.

1909Las plagas de langosta son un desastre natural devastador. Han sido temidas y respetadas a lo largo de la historia y, desgraciadamente, siguen causando estragos en la actualidad en determinadas regiones del mundo subdesarrollado.

Estas plagas, que afectaban periódicamente a la campiña sevillana, venían a esquilmar aún más estas tierras, puesto que arrasaban las cosechas, ocasionando la pérdida de las mismas y, por lo tanto, la escasez de granos, la subida de los precios y las consiguientes consecuencias negativas para la población.

Ante estas fatales plagas, y teniendo en cuenta la ausencia de medios para exterminar al voraz insecto, los pueblos recurrían a la petición de clemencia divina, organizando novenas, funciones religiosas, procesiones de rogativas… a las devociones principales de las feligresías.

Si ya teníamos constancia de este tipo de cultos que a lo largo de los siglos pasados los fontaniegos habían llevado a cabo ante las imágenes de San Sebastián o el Señor de la Salud, en 1826 una plaga de langosta hizo su aparición por las tierras del término de Fuentes, y el pueblo recurrió al Señor del Postigo.

El 26 de marzo de 1826, «se juntaron los hermanos del Señor de la Humildad en la Ermita, y sitio de costumbre para celebrar cabildo general de cuentas, y tratar otros asuntos concernientes al buen régimen de dicha Hermandad y decuvierta la sagrada imagen de Jesucristo que se venera en ella, dichas las preses que se acostumbran…»bajo la presidencia de D. Antonio José Delgado «Administrador de las Hermitas que se hallan en el recinto de esta vicaría [1], y rector actual de dicha hermandad…» [2]. Junto al citado, la Hermandad estaba regentada por los siguientes hermanos: Nereo Jiménez, hermano mayor; Teodoro García, secretario; Cristóbal Conde y Pablo Gómez, consiliarios; y Sebastián Armesto, Sebastián Fernández Fariñas, Alonso García, José Carretero, Juan Conde, Pablo Arce, Francisco Caballero, Claudio Fernández, Juan López Ruiz, Marcos García, Juan Antonio de Lora, Luis Álvarez, Juan Hidalgo, Sebastián Caro Partero y José Ramos, alcaldes.

El Sr. Rector expuso en el citado cabildo a los hermanos presentes,«que el Ayuntamiento y el Pueblo solicitavan hacer una función de rogativa al Señor de la Humildad por la necesidad que nos afligía de la langosta para que la Hermandad acordara la conbeniente, y desde luego de común consentimiento…» [3].

Los hermanos dieron su aprobación a tal petición, bajo la condición de que se debían poner al Señor «treinta y dos luces [velas de cera] para su conducción, y vuelta, y durante su estancia en la Parroquia cuatro» luces. Del mismo modo decidieron «que se formara la Hermandad en corporación para acompañar a la Sagrada Imagen», cuya procesión de traslado acordaron tuviese lugar el domingo dos de abril, y que durante su permanencia en Santa María la Blanca el Señor debería estar velado ininterrumpidamente por dos hermanos de la Junta de la Hermandad. La función se celebraría al inmediato día del traslado, es decir, el lunes 3 de abril, regresando a la Ermita ese mismo día por la tarde [4].

Tal como había acordado la Hermandad, en la tarde del domingo 2 de abril de1826 tuvo lugar la «Solemne Procesión de Rogativa en la que se trajo el Señor de la Humildad a la Parroquia para hacerle una grande Función para implorar la Divina Clemencia, por estar los campos llenos de langosta» [5].A dicha procesión asistió todo el clero, la comunidad de Mercedarios Descalzos, todas las Hermandades y las autoridades eclesiásticas y civiles de la villa –encabezadas por el alcalde D. Manuel Díaz del Castillo–, constando explícitamente que el clero asistió «todo de gracia», es decir, que no recibieron la cantidad económica estipulada por su participación en actos religiosos de este tipo.

En la mañana del lunes 3 de abril se celebró en Santa María la Blanca la Función al Señor de la Humildad, con asistencia «del Beneficio y todo el Clero: capas Tercia Misa y sermón con Manifiesto» [6].

Detallamos a continuación, por su interés, los gastos que se ocasionaron por la celebración de la función y que se abonaron a la propia Parroquia y a las personas dependientes de esta, asumidos por el Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, que en representación del pueblo habían solicitado tal rogativa.

Beneficio 18 reales y 1 libra y media de cera
27 Señores convidados 81 reales
Sochantre 12 reales y media libra de cera
Sacristán 7 reales
Organista 9 reales
Acólitos 6 reales
Ministro y Honrador 6 reales
Fábrica por los ornamentos 9 reales
Apunte e incienso 1 real y 8 maravedíes
Valor de la cera 32 reales
Tres repiques generales 109 reales
Dos vestuarios 9 reales
Cuatro capas 6 reales

Ascendiendo el gasto total a 293 reales y 8 maravedíes [7].

El gasto de los repiques de campanas fue de la siguiente forma: 42 reales a la Fábrica [a la propia parroquia para su economía particular], 30 reales a San Pedro [a la Cofradía de San Pedro, propietaria del algunas de las campanas], 12 al sochantre, 12 al sacristán y 9 a los acólitos.

El lunes 3 de abril por la tarde aconteció la solemne procesión de regreso del Señor de la Humildad a su Ermita, con la misma asistencia corporativa de autoridades, clero y hermandades que el día anterior, pero con la incorporación de nuevas andas al cortejo, en las que los fieles portaban a San Sebastián, patrón de la villa, y a la Virgen de los Dolores, titular de la Congregación de los Servitas.

El cortejo salió de la Iglesia Parroquial, discurriendo por la calle Carrera en sentido de la Puerta del Monte. «La estación fue extraordinaria, pues fue por el campo» discurriendo por el camino de la Monclova hasta el pozo llamado de «El Rubio» [Pozo de la Reja], y de allí tomaron dirección hasta el Calvario, teniendo en cuenta que por la época que nos ocupa el Calvario se encontraba fuera del núcleo urbano.

Esta referencia nos aporta a su vez otro dato histórico de suma importancia, puesto que la fecha más remota que nos consta de existencia del emplazamiento del Calvario como lugar de culto es 1870, tal y comoaparecía en el azulejo original que se hallaba en el exterior de la Ermita, y que decía: «El día 30 de marzo de 1870 se renovó este Calvario por la piedad y por cuenta del piadoso vecindario».

Una vez llegado el cortejo al Calvario, el «Sr. D. Fernando Sánchez de Vargas, Cura y Beneficiado propio de esta Parroquial, hizo la Bendición que Nuestra Madre la Iglesia tiene determinada contra la Langosta, y animales no vivos a la subsistencia humana».Tras la oración, se reorganizó de nuevo la procesión, partiendo desde el Calvario en dirección al «Postigo del Carbón», donde el Señor de la Humildad entró en su Ermita y el cortejo continuó hasta Santa María la Blanca, donde se dio por concluida la procesión y quedaron las efigies de San Sebastián y Nuestra Señora de los Dolores.

En la documentación parroquial se hace constar también que toda la procesión de rogativa fue «onnino gratis» por parte del clero, «por dictamen delos Sres. Curas propios D. Fernando Sánchez de Vargas, D. Antonio José Delgado y D. Manuel Buiza: atendiendo a que la necesidad era común y así devia asistir el clero gratis» [8].

Días después de la celebración de la rogativa, el cabildo municipal trató el asunto de la langosta en la sesión capitular celebrada el jueves 6 de abril de 1826 [9], presidida por D. Manuel Díaz del Castillo, alcalde mayor, y encontrándose entre los capitulares presentes Lorenzo Ruiz Florindo, aguacil mayor, y a la vez maestro alarife de la villa.

En la sesión, el secretario de la Junta de Extinción de la langosta, que previamente había sido constituida y tenía a su cargo tal menester, dio cuenta y ratificó la existencia de la plaga en la «dehesa de Yeguas de este término, baldío de […], pago de olivar de Tierras Nuevas, Dehesa de Monte de D. Sebastián Adalid y la de pasto que lleva en arrendamiento D. Antonio Armero», cuya extensión era urgente por estar todas las tierras circundantes llenas de sementeras, así como el daño que podría llegar a ocasionar en la arboleda de olivar.

La citada Junta pidió alos señores capitulares los recursos necesarios para atender la urgencia que asolaba a los campos fontaniegos, que había llegado a estos desde las tierras de la Monclova –cuya jurisdicción estaba agregada a Fuentes–, y donde el ayuntamiento ya había intervenido para extinguir la plaga sin resultados.

Visto la necesidad general, el ente municipal no creyó oportuno «por ahora» imponer al pueblo una contribución especial para asumir los gastos de la extinción de la plaga, poniendo a disposición «cuantos auxilios y recursos necesite la Junta para llevar sus deberes en la empresa que se le había confiado».

De este modo, acordaron:

– Que todo vecino, por sola la cualidad de tal, sería gratificado con un celemín por langosta cogida por si o a sus expensas en el término y jurisdicción de la villa, conduciéndola para su enterramiento a los puntos designados.
– Del mismo modo, a aquel vecino que no pudiera o no quisiere contribuir con su implicación personal física, pudiera pagar a otros para que lo hiciesen, a celemín por langosta igualmente.
– También hicieron constar que las medidas promovidas por el ente municipal y la junta para la exterminación de la plaga, no eran incompatibles con otras posibles iniciativas iniciadas por los labradores, hacendados, pizjuajeros o comerciantes, entre otros, siempre que contaran con el parecer de los peritos.
Acuerdos que determinaron fueran publicados por los edictos y pregones de costumbre entre la población.

OTRAS ROGATIVAS AL SEÑOR DE LA HUMILDAD EN EL SIGLO XIX

A lo largo del siglo XIX, se tiene constancia documental de otras rogativas extraordinarias al Señor del Postigo, tales como las acontecidas en 1856 y en 1859, la primera por exceso de lluvias y la segunda por todo lo contrario, la ausencia de las mismas.

El domingo 1 de enero de 1856 se reunió «la junta de Sres. Oficiales en casa del Hermano Mayor con motivo de la angustiosa aflicción que había en el pueblo y en el Reyno causada por el tenaz temporal de lluvias que hasta aquella fecha se había dignado mandar su Divina Majestad, a fin de promover y implorar del Señor su Misericordia, y después de haber hablado todos, se acordó hacer una Novena a nuestro Señor de la Humildad, todo lo mejor que se pudiera» [10].

La novena comenzó el día 11 de enero«con su música», y transcurrió en la propia Ermita de San Francisco, predicando la función que cerró la misma el presbítero D. Juan Antonio López.

Como citábamos antes, tres años después la situación fue totalmente contraria. El 10 de abril de 1859 los hermanos se reunieron en cabildo, en el que se manifestó que hallándose «en el conflicto por la falta de lluvias para los campos, si le parecía a la Hermandad, se bajaría al Señor para hacerle una novena con toda la majestad que nuestras fuerzas alcánzanse» [11].

En la citada reunión se presentaron tres representantes del gremio de arrieros y trajineros, los cuales tenían recogida cierta cantidad de donativos y querían sacar al Señor a la calle en procesión.

Tras las deliberaciones, acordando los presentes se hiciere la novena, y si en el transcurso de ésta el Señor no remediaba, hacer la función y procesión de rogativa pidiendo clemencia divina.

Francis J. González Fernández
www.fuentedelareina.blogspot.com

NOTAS:
1] Fuentes fue cabeza de vicaría eclesiástica hasta el siglo XIX, comprendiendo las iglesias, conventos y ermitas de los territorios de Fuentes y La Monclova.
2] (A)rchivo (H)ermandad de la (H)umildad de (F)uentes de Andalucía. Libro de Acuerdos 1732-1903. Cabildo 1826-III-26. Folio 32 vto.
3] Ibídem. Folio 33.
4] Ibídem. Folio 33.
5] (A)rchivo (P)arroquial Santa María la Blanca de (F)uentes de Andalucía. Libro 14 de Entierros. Folio 226 vto.
6] Ibídem. Folio 226 vto.
7] Ibídem. Folio 226 vto.
8] Ibídem. Folio 227.
9] (A)rchivo (H)istórico Municipal de (F)uentes de Andalucía. Libro 15 Actas Capitulares. Cabildo 1826-IV-26. Folio sin numerar.
10] A.H.H.F. Libro de Acuerdos en Op. Cit. Cabildo 1856/I/1. Folio 54 vto.
11] A.H.H.F. Libro de Acuerdos en Op. Cit. Cabildo 1859/IV/10. Folios 59 vto. – 60.

LAS LUCHAS DE PODER Y EL REFUGIO DE QUEVEDO EN VILLANUEVA DEL RÍO

0249DON FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS

Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas, nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580, y falleció el 8 de septiembre de 1645.

Fue un escritor español prolífico, político, y noble pues tenía el título de Señor de La Torre de Juan Abad y Caballero de la Orden de Santiago.

Cuando Francisco de Quevedo al hacer su testamento, aparte de sus dos amigos don Florencio de Vera y Chacón y don Francisco de Oviedo, designa como albaceas y testamentarios «a los excelentisimos señores duques de Medinaceli y Alcalá y al duque de Güesca…»(1), el primero es llamado duque de Alcalá en la correspondencia de Quevedo desde la muerte de su esposa Ana María Luisa, V Duquesa de Alcalá. El segundo, marques de Villanueva del Río y duque de Alba, aparece con el titulo de duque de Huéscar, propio de los primogénitos de la Casa de Alba y que empezó a usar doña Antonia Enríquez de Ribera desde su matrimonio don Fernando Alvarez de Toledo, hijo mayor del V duque de esa casa. Y que refleja una amistad cuando se refiere a el con cierta familiaridad cuando en Mayo de 1636 escribía desde Madrid: «Aquí llegó ocho días ha el marques de Villanueva del Río, y estando yo en mi posada anteanoche, se entró por la puerta solo sin criado alguno; es un muy notable señor. Díjome ayer, que fui a verle, que el Almirante hacía como que iba contento, siendo así que no lleva en su patente nada de lo que se ha dicho; y de otra persona, que yo diré a vuecelencia, supe que estaba dado a los diablos» (2)

0250A traves de estas notas, se observa una relación de Quevedo con la más rancia nobleza andaluza de la época y que esta relación y su amistad con el duque de Osuna que fue su mecenas durante toda su vida, hizo que estuviese incluido dentro de la orbita de las familias Tellez, Guzman, Enriquez, Girón, Ponce de Leon, medinaceli, todas ellas emparentadas por matrimonios entre si y que se oponian al Conde-Duque de Olivares por ser este como se conoce ahora «un trepa». Si bien este, interviniendo en la prisión de Quevedo porque era su obligación, que no por venganza personal, y que quizá por alguna razón de estado que se desconoce e imposible de averiguar.(3). Habida cuenta el fracaso de la conjura para la independencia de Andalucia, el Conde-Duque se permite ser magnanimo con de duque de Medinasidonia, cabecilla de la rebelión, combinando severidad en el destierro con el perdon de la vida cuando Olivares puso las cosas en su sitio.

0251Cuando el 2.X.1618 el Cardenal-Duque de Lerma cae en desgracia y es desterrado a Valladolid, su sustitución por el Duque de Uceda no mejora la posición de Osuna, y Quevedo debe abandonar Nápoles para España, acabándose su carrera política al caer estrepitosamente su protector el Duque d Osuna, haciendo que Quevedo se refugie en casa de su cuñado el Marques de Villanueva del Rio, hasta que mejorasen la cosas ya que la conjura surte efecto al prestar oídos Madrid a las falacias de Venecia : Bedmar es destituido y Osuna acusado de ambicionar el trono napolitano. Sin que pudieran ser plenamente demostrados estos cargos, la independencia del virrey a la hora de actuar y su evidente valía y ambición le hicieron sospechoso a ojos del Rey y fue llamado a Madrid en 1620. Allí, Osuna, suspendido en todas sus funciones, debe responder a las acusaciones de traición ante el Consejo Real, pero al sentarse en el banquillo su caída es inmediata, aunque al no prosperar el «caso», sería rehabilitado poco después. A pesar de que el Conde-Duque de Olivarescuando inició su gobierno, su primera medida fue separar del poder a todos los personajes que habían estado en con los validos Lerma y Uceda, condenando con castigos ejemplares los abusos del reinado anterior, además de situar en sitios estratégicos a sus propios parientes y amigos.

0252Con la muerte de Felipe III en marzo de 1621, y la entronización de Felipe IV, se produce un cambio de Gobierno al ceder éste las riendas del poder a Olivares, quien empezó a arremeter contra la alta aristocracia, y concretamente contra los duques de Osuna y de Alba. El 7.IV.1621, Osuna es arrestado y llevado al castillo de La Alameda, nombrando Felipe IV una junta para procesarlo a la vez que la esposa del duque, Doña Catalina Enríquez de Ribera, marquesa de Villanueva del Río, enviaba, desde Nápoles, un memorial al monarca, lavándole de toda culpa ; un gran gesto en vano.

0253El III Conde de Olivares empezó a llamarse Conde-Duque de Olivares desde que se le concedió el Ducado de Sanlúcar en 1625. A su muerte, el título de Duque de Olivares fue desglosado del de Duque de Sanlúcar.

Finalmente, las guerras de Portugal y Aragón y la conspiración andaluza, terminaron derrocando al Conde-Duque de Olivares el 17 de enero de 1643. Cuando el Conde-Duque de Olivares fue apartado del poder, para morir poco después, su sobrino don Luis Méndez de Haro y Guzmán, ‘Conde de Carpio y Duque de Montoro’, heredó parte de su patrimonio y la privanza real.

En 1621, Quevedo publicó las comedias «Las Grandezas de Alejandro» y «Los Prados de León», dedicados al Duque de Alba Antonio Alvarez de Toledo y a su hijo el duque de Huescar don Fernando Jacinto Alvarez de Toledo, su amigo, que en 1612 habia celebrado su boda con doña Antonia Enriquez de Ribera hija del marques de Villanueva del Rio, dedicándole un sentido «Epitalamio» en cuyo fragmento:

«Tal vos, Alva dichosa,

hijo del sol, clarísimo Fernando,

en cuya luz hermosa

la luna de Mendoza está mirando

su más claro horizonte

los rayos de Toledo y de Belmonte»(5)

0254Esta trayectoria asi como su preparación para la literatura hace que el estilo barroco nazca de la unión entre la conceptismo y el estilo lacónico o «cortado», en cuyo periodo formativo Quevedo y Gracián son los dos mas grandes escritores que utilizaron este estilo y que enlazan con un conjunto de poemas dedicados a «Lisi» que se encuentran en la sección segunda de la musa cuarta, de Erato, según dispuso el editor Jose Antonio González de Salas para el Parnaso Español en 1648, siguiendo una disposición del propio Quevedo antes de su muere el 8 de septiembre del mismo año. Este ciclo lo componen un total de setenta poemas, todos ellos sonetos, excepto tres idilios, un madrigal y una composición en redondillas. Escritos según parece entre 1623 y 1645, formando una especie de cancionero de amor donde se encuentran varios de los poemas mas humanos de Quevedo y algunos de los más celebres y conocidos, L. Astrana apuntó a una dama sevillana llamada Luisa de la Cerda, aunque también cabe la posibilidad de que fuese la hija del Marques de Villanueva del Río durante su refugio en la casa del marques, aunque no se otorgó ningun nombre seguro, siendo asi que escribe:

Si mis parpados, Lisi, labios fueran,

Besos fueran los rayos visuales

De mis ojos, que al sol miran caudales

Aguilas, y besaran más que vieran. (495,vv.1-4)

0255En este soneto Quevedo hace que sus sentidos de reclamen un goce físico de Lisi, paralelo al más sentido erótico de su poesía y que expresa el deseo interior carnal del yo poetico, totalmente barroco, donde lo sexual prácticamente no existe, donde no busca el placer temporal ni la continuidad de la especie, busca el placer eterno y la continuidad de si mismo, sabedor posiblemente de la imposibilidad de de acceder a escala social mayor.

En este estado de cosas la relaciones de Olivares con Quevedo fueron generalmente buenas, sin ser excelentes, y que a pesar de su permanente y fiel vinculación con el grupo de los Sandoval, el conde-duque lo tolera , le encarga trabajos y su esposa es la destinataria de la famosa carta sobre los sentimientos de Quevedo acerca de una posible esposa en la que declara «Yo Señora, no soy otra cosa sino lo que el Conde mi señor ha deshecho en mí, puesto que lo que yo me era, me tenía sin crédito y acabado; y si hoy soy algo, es por lo que he dejado de ser, gracias a Dios nuestro Señor y a su Excelencia»(4) y gracias al conde duque de Olivares, recuperó el favor real y fue nombrado secretario de estado. .

0256Sin embargo su oposición a que Santa Teresa de Jesús fuera nombrada copatrona de España (junto a Santiago, por tanto) le valió la desconfianza del conde duque de Olivares y pronto, en 1639 la pena de prisión. En 1643 fue puesto en libertad y se retiró de la corte para vivir definitivamente en Torre de Juan Abad, su señorío.

En sus poemas reflejó perfectamente el pensamiento barroco. La desilusión y la melancolía están en su obra tan presentes como la sátira y la burla. Escribió además de poemas, tratados políticos, como la «Vida de Marco Bruto» (1632-1644), obras ascéticas y morales, crítica literaria… y relatos satíricos como la «Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos» (1626).

1. Obras de Quevedo, edicion Felicidad Buendía, Verso – Madrid 1960. p.1097ª y 1000b.

2. Epistolario de Quevedo – p.381

3. Marañón, G.: op. Cit., p.135

4. E.-p-246

5. ed. Sancha, tomo IV, pag.441.

Antonio Céspedes Mimbrero. Investigador

425 AÑOS DEL NACIMIENTO DE GASPAR DE GUZMÁN

Disposiciones del Conde Duque de Olivares en los Estatutos de la Colegiata

El seis de enero, día de los Reyes Magos, de 1.587 nacía en Roma Gaspar de Guzmán y Pimentel0192, tercer hijo de los II Condes de Olivares. Su padre Don Enrique de Guzmán y Ribera y su madre Doña María de Pimentel y Fonseca residían en la «ciudad eterna», donde Don Enrique dirigía la embajada española como representante del rey Felipe II ante la Santa Sede. Desde 1.582 hasta 1.591, trató con los Papas Gregorio XIII, Sixto V, Urbano VII (12 días) y Gregorio XIV.

0193Este día, la iglesia católica celebra una de las tres Epifanías del Señor, en la que se recuerda como en Belén, Jesús niño es adorado por los magos. El historiador de cámara del Conde Duque de Olivares, Juan Alonso Martínez Calderón, nos cuenta que «se sortearon los nombres de los tres Reyes Magos, y el que salió, Gaspar, fue el que le pusieron en el bautismo».

0194Pasó Don Gaspar de Guzmán su niñez en Roma, Sicilia y Nápoles hasta el año 1.600, en que volvió su padre a España. Le educaron para el estado eclesiástico, pues era segundón y el afán de su padre era verlo en lo más alto de la jerarquía eclesiástica. Ippolito Aldobrandini que sería Papa con el nombre Clemente VIII, que le bautizó, favorecía esta decisión, y en 1.604 le hizo merced de una canonjía de Sevilla y otras mercedes eclesiásticas, honoríficas o remuneradas. El historiador contemporáneo José Raneo describe a Don Gaspar, ya en hábito clerical a los 10 años, acompañando a su padre en Nápoles; «Iban con él el Conde de Uceda y Don Francisco de los Cobos, y, a pesar de su mocedad, favorecía y amparaba a todos los que se le encomendaban».

0195Más adelante estudiaría en la Universidad de Salamanca, de la cual sería rector. Su juventud la pasó en Sevilla, donde residió durante ocho años, hasta que su tío Baltasar de Zúñiga se lo llevó a la corte para ser gentilhombre del joven príncipe Felipe hijo del rey Felipe III.

0196Tras la subida al trono del rey Felipe IV, Don Gaspar pasaría a ser su Valido o Primer Ministro durante 22 años. Con el comienzo de su ministerio comenzó a solicitar mercedes para su «Estado de Olivares». Una de las primeras disposiciones fue elevar a Colegiata la Capilla que había fundado su padre, Don Enrique, bajo la advocación de Santa María la Mayor de las Nieves, merced que obtuvo del Papa Urbano VIII mediante bula expedida el 1 de marzo de 1.623 en Roma, aunque dichas bulas no llegarían a España hasta 1.625. Posteriormente, en enero de 1.626, el Conde Duque de Olivares redactó unos minuciosos Estatutos para la Colegial, aprobados por la Santa Sede y mediante escritura dotó a la misma con una cantidad de 1.500 ducados de vellón.

0197En la redacción de dichos Estatutos, Don Gaspar de Guzmán indicaba en varios de ellos la vinculación que tendría esta Colegiata con el «Nacimiento de Jesús» y la «Adoración de los Reyes».

En el Título I que trata sobre «La Advocación y Armas de esta Iglesia», en el estatuto II, dice así: «Atendiendo a que esta Iglesia es Filiación de la Insigne de Santa María la mayor de Roma, ordeno que use y tenga las mismas armas; conviene a saber: el Pesebre, que se conserva en aquella Santa Iglesia, donde Jesu-Christo, Señor y Redentor nuestro, fue puesto después de nacido, junto con el misterio de su Santo Nacimiento, en la forma que lo pinta la Iglesia, poniendo encima una Mitra preciosa, y a los dos lados dos escudos pequeños de las Armas de los Guzmanes de mi Casa, acrecentadas por mí, en señal de que esta Iglesia es de mi Patronazgo, y de mis sucesores en ella, las quales Armas se han de poner en las puertas, y dentro del Cabildo, Archivo y Contaduría de esta Iglesia, y en todos los bienes muebles como Plata, Campanas, Ornamentos, y lo demás, y especialmente en los Sellos mayores y menores del Cabildo».

En el Título III que trata sobre «La custodia del Santísimo Sacramento y Relicarios», en el estatuto IV, dice así: «El Altar Colateral de la mano derecha del mayor se llamara del Pesebre, poniéndole en el tablero principal el misterio del Nacimiento de Christo Nuestro Señor, que como esta dicho son las Armas de esta Iglesia, sacando el día de la Navidad del Santuario la alfombra en que el Santo Pesebre vino envuelto, que es una de las Santas Reliquias que mis Padres traxeron de Roma, que se colocara en él, y se dirá la Misa del Gallo de aquella noche, y la del Aurora en el dicho Altar».

En el mismo Título III, estatuto V, dice así: «En el Altar Colateral de la mano izquierda se pondrá un Retablo de la Adoración de los Reyes, y tendrá este nombre el Altar, y aquel día se adornara con mucho cuidado, y se cantara en él la Misa perpetua que yo dexo, lo cual hago y dispongo por haber nacido yo aquel día, y llamarme Gaspar, y por la mucha devoción que tengo a este Sagrado Misterio, y a los Santos Reyes».

En el Título VII que trata sobre «La Cargas y Obligaciones que han de tener el Abad y Cabildo y los demás a cerca de los Oficios Divinos y Fiestas que se han de celebrar», en el estatuto XXV, dice así: «Ordeno que el día de la Epifanía, que es a seis de Enero en que yo nací, se diga y cante una Misa muy solemne, perpetua cada año después de Prima, en el Altar de los Reyes, por mi intención, pidiendo a nuestro Señor me dé su gracia para que le sirva, y buenos aciertos en las cosas que están a mi cargo, y después de mis días por mi Alma, y de mis Defuntos, y un día después de la Epifanía se cantará otra Misa con la misma solemnidad al Espíritu Santo por mi intención, y las causas dichas durante mi vida; y después de mis días el que correspondiere a mi fallecimiento se trasladará a un Aniversario por mi Alma con la misma solemnidad que los pasados, y tres Misas rezadas aquel día, que se han de decir durante mi vida, y después de mi muerte».

Actualmente en el interior de la Colegiata podemos encontrar estas disposiciones «expuestas» en sus altares y ornamentos, ahora citaremos algunos de ellos.

0198Sobre el arco toral, en el crucero y colocadas desde 1.713, podemos ver tres cartelas de madera dorada rematas con corona imperial en lo alto, que miden en su totalidad 2,6 metros de largo. La cartela central contiene las Armas de la Colegiata con la representación del Nacimiento y las dos laterales los escudos de sus patronos, los Condes de Olivares.

0199En la capilla de las Reliquias, se encuentra un relicario que contiene sangre de Jesucristo y astillas del pesebre y la cuna. Las reliquias fueron recopiladas en Roma por Doña María de Pimentel, madre del Conde Duque de Olivares. Fueron traídas en barco desde Italia hasta Sevilla, y en carruajes hasta Olivares, aunque permanecieron unos treinta años en depósito en el Real Alcázar de Sevilla mientras concluían las obras de su capilla en la Colegiata. En el Archivo de la Colegiata se encuentran las «Autenticas», documentos que certifican la autenticidad de las reliquias.

0201En el comienzo de la nave de la epístola, en la capilla y retablo de la Virgen del Rosario, figura en el ático de dicho retablo un relieve con la Adoración de los Reyes Magos. En su parte baja, a la altura de la mesa de Altar podemos admirar un magnífico belén en miniatura.

En l0200a misma nave, al frente y en el interior de la capilla sacramental encontramos cuatro grandes lienzos, con distintos pasajes de la vida de la Virgen, atribuidos al taller de Zurbarán. Uno de ellos es el de «La Adoración de los Magos», muy similar al pintado por el propio Francisco Zurbarán en 1.638 para la Cartuja de Jerez, y que se encuentra en el museo de la ciudad francesa Grenoble.

0202En la nave del evangelio, entre los altares de la Virgen del Carmen y la 0203Inmaculada, se encuentra el altar del Nacimiento, en sus paredes hay pinturas murales sobre la vida de la Virgen y su altar está enmarcado con un lienzo que representa «La Adoración de los pastores». Es una hermosa pintura en la que representa a la Virgen con el Niño sobre sus rodillas, junto a ellos San José, rodeados de un grupo de pastores acompañados de varios instrumentos musicales.

0204En el coro, la parte más importante del conjunto lo constituye la silla abacial, donde de nuevo podemos ver tallado en madera de nogal un relieve con la escena del Nacimiento, tallado por Gaspar Ginés y mandado a realizar por el II Abad de la Colegiata, Francisco de la Calle, por ser el escudo de armas de la Colegiata.

0205Igualmente podemos encontrar representada las escenas del Nacimiento y la Adoración de los Reyes en la platería de la Colegial. La obra más importante junto con la Custodia, a lo que en la platería de la Colegiata respecta es el Manifestador, un altar de plata que se utiliza en las principales solemnidades y más en concreto para la festividad del Corpus Christi. El Manifestador fue realizado por el platero sevillano Miguel Palomino entre los años 1.777 y 1.799 por un encargo del IX Abad Bernardo Antonio Poblaciones Dávalos. En el cuerpo central a ambos lados del sagrario aparecen dos óvalos o cartelas con relieves del Nacimiento y la Adoración de los Reyes.

0206Hay también dos portapaces, uno dorado y otro plateado, con la escena del Nacimiento, por ser este el emblema de la Colegiata.

La vinculación de las festividades religiosas del Nacimiento de Jesús y el día de los Reyes Magos fecha del nacimiento de Don Gaspar de Guzmán, ha sido fundamental para la creación de muchas de las obras de arte que en la actualidad podemos disfrutar en la Colegiata de Olivares.

Basilio Rodríguez García. Investigador.

PREGÓN EN HONOR DE SAN FERNANDO

0145El Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando tienen el placer de invitarles al Pregón que en Honor de San Fernando tedrá lugar en la Capilla Real de la Catedral de Sevilla, el próximo día 23 de mayo de 2011 a las 20:30 horas.

La disertación estará a cargo del Ilustrísimo Señor Don Manuel García Fernández, Catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla y miembro de ASCIL.

«CASTILLEJA DE LA CUESTA. PUERTA DEL ALJARAFE»

0142El próximo día 13 de mayo a las 20:00 horas en los jardines de la casa de la Cultura de Castilleja de la Cuesta, será presentado un nuevo volumen de la colección que sobre la Historia de Castilleja de la Cuesta está realizando nuestro compañero Juan Prieto Gordillo. En esta ocasión se presentará el segundo tomo, dedicado a su Historia Social.

Esta edición ha sido patrocinada por la Excelentísima Diputación de Sevilla y el Area de Cultura del Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta.

En la presentación intervendrá el pintor de la localidad, internacionalmente reconocido, el señor Juan Ignacio Tovar Tovar.

Esperamos contar con su grata presencia.

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