ASOCIACIÓN PROVINCIAL SEVILLANA DE CRONISTAS
E INVESTIGADORES LOCALES

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CATÁSTROFE EN SANTANDER. LA EXPLOSIÓN DEL CABO MACHICHACO

1195Código de referencia: ES.41091.AHPSE/2.3.5.//Naviera Ybarra
Título: Expediente de la explosión del Cabo Machichaco
Fecha: 1893
Nivel de descripción: Unidad documental compuesta
Nombre del productor: Naviera Ybarra

A las 07:00 de la mañana del 03 de noviembre de 1893 atracaba en el puerto de Santander el vapor Cabo Machichaco, perteneciente a la sevillana naviera Ybarra, con una carga mortal. Las bodegas del buque venían cargadas con unas 1700 cajas de dinamita y 20 cascos de vidrio de ácido sulfúrico, además de casi 1000 toneladas de material siderúrgico procedente de Vizcaya. Desoyendo la prohibición expresa del atraque de buques cargados con dinamita, recogida en el Reglamento del Puerto de Santander de 1889, el Cabo Machichaco amarró en el muelle de Maliaño, en el centro de la ciudad. En torno a las 14:00 horas, mientras se realizaban las labores de descarga, se descubrió que salía humo de la bodega nº 2, en la proa del barco. Este fue el comienzo de la mayor catástrofe civil del siglo XIX en España.

Pese a los intentos de la tripulación del Cabo Machichaco de sofocar el fuego, el incendio se extendió por la cubierta de proa, alcanzando a la bodega nº1. La columna de humo atrajo la atención de curiosos que se fueron acercando a ver el suceso que se estaba desarrollando en el muelle nº1 de Maliaño del puerto santanderino. Los espectadores se fueron congregando en la amplia explanada existente entre el muelle y las primeras calles del núcleo urbano. Al buque incendiado comenzaron a llegar las autoridades locales: el Comandante de Marina, el Gobernador Civil, el Alcalde y Concejales, el Gobernador Militar, etc.

La noticia de que el vapor venía cargado de dinamita no arredró ni a autoridades ni a civiles, permaneciendo los primeros en la cubierta intentando dar con el medio para apagar el fuego y los segundos en la explanada contemplando el incendio. Sin duda, esta actitud temeraria estaba motivada por la falsa creencia de que la dinamita no explosionaba sin un detonador. Un infundio que costaría cientos de vidas.

Todos los medios y esfuerzos destinados a extinguir el incendio fueron vanos. Sobre las 16:45 se desencadenó la tragedia, estalló la dinamita y con ella la proa del Cabo Machichaco. Las consecuencias de la explosión fueron brutales, muriendo en el acto la mayoría de las autoridades y los marineros empleados en sofocar el fuego. Asimismo, la onda expansiva segó la vida de cerca de 300 de las personas que estaban en explanada, muchos murieron con posterioridad hasta sumar unos 575 fallecidos. Estos espectadores fueron víctimas fundamentalmente de la metralla generada por las vigas y raíles que cómo mercancía transportaba el vapor. A los fallecidos se sumaron unos 500 heridos graves y cerca de 2000 de distinta consideración.

Por si fuera poca la calamidad, la metralla incandescente provocó un incendio en varios de los edificios de las calles aledañas. Dado que los bomberos y buena parte de las fuerzas de orden público habían perecido con la explosión, el fuego se extendió sin apenas oposición por las tres calles paralelas al muelle, que ardieron durante una semana.

El drama del Cabo Machichaco tuvo un segundo acto en marzo de 1894 cuando se produjo una segunda explosión de lo que quedaba del buque. Tras los sucesos de noviembre, la popa, relativamente intacta, se había hundido con 463 cajas de dinamita en sus bodega nº3. Tras analizar la forma de extraer la dinamita del fondo de la bahía, se decidió sacarla con el uso de grúas y buzos. El día 21 de marzo, mientras un buzo trabajaba en la bodega, se produjo la segunda explosión del Cabo Machichaco, matando a 15 personas e hiriendo a varias más. Finalmente, el día 30 de marzo el cañonero Cóndor de la Armada hizo volar lo que quedaba del vapor de la compañía Ybarra.

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